UPA-UCE Extremadura ha celebrado esta mañana una rueda de prensa para analizar las contrataciones de tomate, que finalizarán a finales de febrero. La organización profesional agraria prevé un aumento leve en la contratación de superficie en 2016, porque las industrias no tienen excedentes (han vendido toda la producción) y además algunas han aumentado su capacidad de transformación: “A esto hay que sumar los malos precios del maíz y del arroz”, destaca Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE.

La organización rechaza la posible “bajada generalizada en los precios en los contratos”, algo que según UPA-UCE sería muy perjudicial para la rentabilidad de los productores de la región: “En 2015 los precios estaban en torno a los 75-78 €/t, y determinadas industrias están planteando un precio de 72/74 €/t para este año”, lo que supondría unas pérdidas para los tomateros extremeños de más de 8 millones de euros.

Para Huertas es una bajada de precios “desproporcionada e injustificada” porque la industria carece de existencias en stock, además el mercado está funcionando bien (estamos viendo como hay un descenso en la contratación a nivel mundial en torno a un 4% sobre la pasada campaña). Mientras los costes de producción no solo no han bajado, sino que se han incrementado.  

Por eso, desde UPA-UCE Extremadura hacen un llamamiento al sector productor (a las cooperativas y a las OPHF) para que no firmen contratos con precios por debajo de los del pasado año.

También desde UPA-UCE denuncian determinadas prácticas abusivas que las industrias están realizando contra los agricultores, como la exigencia de “fidelidad” para formalizar los contratos: “Esta fidelidad consiste en el compromiso de que el productor compre las plantas y utilice la maquinaria de la propia industria o de empresas auxiliares en la producción del tomate, lo que supone un incremento de los costes que los cultivadores se ven obligados a asumir”, destaca Huertas, que además señala que se han producido “vetos injustificados a agricultores tradicionales”, dejándolos fuera de la contratación.

Para UPA-UCE estas prácticas se están dando en esta campaña en gran medida como consecuencia del retroceso que el sector productor ha tenido en la capacidad de transformación, en favor del creciente oligopolio del Grupo CONESA (sobre todo en las Vegas Bajas); que ha comprado TOMIX, AGROCONSERVEROS y AGRAZ. Este oligopolio (que concentra casi el 40% de la producción total de tomate extremeño) es muy peligroso para los agricultores, que ven como cada vez se sitúan en mayor desventaja frente a esta industria.

Desde la organización profesional agraria anuncian que van a iniciar una ronda de conversaciones con Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura y con la Administración Regional para analizar la situación del sector. Además, UPA-UCE va a solicitar la entrada en la Asociación Mesa del Tomate, ya que muchos agricultores que no contratan mediante OPHF no están representados en la misma y se están viendo “desamparados” y sin capacidad de negociación.

Huertas opina que es necesario reforzar las relaciones contractuales y que esta Mesa puede ser el embrión para la creación de una Interprofesional de tomate transformado, “con el objetivo de tener un cauce de interlocución entre todas las partes afectadas para avanzar en el sector”.