El ovino-caprino se ha ido sumando poco a poco a la lista de sectores ganaderos que sufren una importante caída de precios. En una reunión ayer en Madrid de su Órgano Consultivo de Ovino-Caprino, UPA constató que las cotizaciones tanto de la leche como de la carne proveniente de estas especies son “irrisorias” y no permiten cubrir los costes de producción.

En el caso de la leche, esta se ve contagiada por la mayor presencia de leche de vaca, actualmente muy barata, en los quesos de mezcla. En este sentido, UPA ha pedido que “se respete y controle” adecuadamente el etiquetado de los quesos de mezcla para “no llevar a engaño” a los consumidores.

En cuanto a la carne, los ganaderos han denunciado los bajos precios de los cabritos y corderos lechales, que se compran en torno a 30 euros el animal de 9-11 kilos en vivo. “Si la leche está barata y los lechales también, la viabilidad de nuestras explotaciones es bastante dudosa en estos momentos”, han lamentado.

La ganadería de ovino y de caprino es el motor de actividad de muchas zonas rurales en España, en muchos casos zonas desfavorecidas y de montaña “con pocas alternativas” por lo que esta situación es especialmente grave.

UPA también ha incidido en las dificultades de manejo que producen a los ganaderos las campañas de vacunación de lengua azul y de saneamiento ganadero, “mientras no se controlen estas enfermedades en la fauna silvestre, el esfuerzo de los ganaderos resultará en vano”, han denunciado.