Del 19 al 23 de julio de 2017

Troyanas

De Eurípides

Carme Portaceli, directora

Es evidente que los mitos griegos siguen haciendo oír su voz en la sociedad: en la pintura, en las representaciones teatrales, en la literatura… Las figuras míticas, con el transcurso de los siglos, adquieren nuevos rasgos, por parte de los autores, al situarlos en la sociedad en la que vivimos.

Las tragedias muestran un orden y la relación entre el individuo y la sociedad, entre el orden individual y el colectivo. Muestran ese pecado contra el bienestar social que ha creado el individuo cuando se deja llevar por sus sentimientos más brutales, sus miedos, su arrogancia, sus celos…

Hoy seguimos viendo cómo las mujeres son seres de segunda categoría a las que no importa excesivamente lo que les suceda: después de cada guerra, e incluso durante la guerra y sin guerra, a las mujeres se las viola reiteradamente, se les falta al respeto, se las maltrata sin ningún respeto, sin ni siquiera temor a las leyes que prohíben la violencia… No pasa nada, sus problemas, sus sufrimientos siempre quedan en la cola, siempre hay problemas más importantes: los niños, el hambre, los refugiados…

En Troyanas invitamos a todas esas mujeres míticas que los ganadores se repartieron después de la Guerra de Troya como un botín, decidiendo impunemente sobre su vida y su futuro. Les pedimos que se expliquen, porque además de todo ese trato violento e injusto, también está la forma de hacerlas pasar a la Historia como si ellas hubieran elegido su destino con gusto y placer, o con maldad cuando a ellos no les ha convenido lo que ellas elegían… Les queremos dar la oportunidad de que nos cuenten qué pasó de verdad y qué sintieron ellas, bajo su punto de vista y su forma de sentir. Y después de haberlas escuchado, tendremos, finalmente, la oportunidad de juzgarlas.

Casandra, Helena, Andrómaca, Hécuba, Políxena, Clitemnestra, Ifigenia, Hermione, las mujeres del pueblo aterrorizadas, ignorantes… y Taltibio, el pobre mensajero que recibió las órdenes y también el dolor que producían… Todos aquellos seres que no han podido expresar desde sus corazones lo que habían vivido bajo el terror de los reyes y bajo el terror de subvertir la opinión que prevalecía.