COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura ha hecho llegar al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente sus propuestas de cara a la reestructuración y reconversión del viñedo dentro del Programa de Apoyo al sector vitivinícola para el periodo 2019-2023.

Así, frente a la propuesta ministerial de eliminar la posibilidad de los planes colectivos de tal forma que cada viticultor debe presentar uno individualizado, COAG-coordinadora Agraria de Extremadura defiende la continuidad de estos planes colectivos por abaratar costes para el viticultor y facilitar su gestión burocrática.  Estos planes colectivos permitidos hasta ahora facilitan una mejor adaptación temporal a los arranques y plantaciones y también gestionar los fondos anuales sin grandes problemas, fundamentalmente porque son gestionados a través de las Organizaciones Profesionales Agrarias.

Frente a la propuesta ministerial que defiende la gestión de planes con operaciones a ejecutar dentro del ejercicio para el que son solicitados, COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura defiende la posibilidad de gestionar estos planes con operaciones en varios ejercicios. La propuesta del MAPAMA obliga a los viticultores –cuando no disponen de tierras blancas– a arrancar y plantar en un mismo año lo que actúa en detrimento del reposo del terreno, el desfonde y la desinfección de tierras.

En cuanto a la ampliación de los criterios de prioridad a nivel nacional, la organización profesional agraria considera fundamental, por un lado, mantener tanto los planes colectivos como los individuales y, por este orden de preferencia, incluir a los siguientes colectivos: Jóvenes agricultores dedicados a la agricultura o de nueva incorporación con planes de incorporación; explotaciones prioritarias; explotaciones de titularidad compartida; agricultores a título principal; agricultores profesionales; agricultor que pertenezca a una entidad asociativa prioritaria y a aquellas superficies que no hayan recibid nunca ayuda a la reestructuración y reconversión de viñedos.

En cuanto a la propuesta ministerial de eliminar la regla del 90%, COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura defiende su mantenimiento para incentivar con ello que las Comunidades Autónomas cumplan con la utilización de sus fondos.

Por lo que respecta al nuevo mecanismo de contribuciones en especies propuesto por el Ministerio, COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura considera que supone una desventaja para el agricultor profesional que realiza sus propios trabajos y discrimina a aquellos que realizan ellos mismos las tareas en su explotación sin recurrir a empresas externas. En este sentido, son precisamente los agricultores profesionales quienes tienen más estructura para realizar las tareas ellos mismos. Desde COAG se defiende simplificar la opción de subvencionar los medios propios sin factura por los problemas que presenta el nuevo sistema para calcular la subvención sobre la base de justificantes presentados por los beneficiarios. Tampoco considera justo la organización que la ayuda abonada a la operación (conjunto de acciones tendentes a conseguir la reestructuración y la reconversión) que incluya contribuciones en especie no pueda superar el gasto subvencionable total, excluidas las contribuciones en especie, al final de la operación. Igualmente la organización profesional considera que dificulta la labor tanto del viticultor como de las Comunidades Autónomas, el punto que determina que el valor atribuido a las contribuciones en especie no pueda superar los costes generalmente aceptados en el marco de referencia, porque obliga al primero y a las segundas a conocer pormenorizadamente el coste de cada trabajo dentro de una operación.

Por último, COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura considera que es necesaria la actualización de los módulos máximos subvencionables de cada una de las acciones para adaptarlo a la evolución de los precios de mercado.

En cuanto a la replantación de viñedos por motivos sanitarios, COAG-Coordinadora Agraria de Extremadura apoya que se siga incluyendo la medida de replantación de viñedos tras su arranque obligatorio por motivos sanitarios, ante la amenaza que representa para el sector la extensión de las plagas de cuarentena devastadoras que afectan a la vid, como la Flavescencia dorada y la Xylella fastidiosa, las enfermedades de la madera de la vid y la yesca.