El fontanés Agustín Lozano de la Cruz es escritor, librero (regenta la librería Tusitala, en Badajoz), traductor literario y documentalista. Facetas para definir a un hombre que cree, por encima de todo, en la palabra como herramienta transformadora: En su primera novela, “Guerra Ha de Haber “ (Ed. Tiempo de Cerezas: año 2008) , que quedó finalista del Premio Felipe Trigo, aborda la recuperación de la memoria histórica, a través de la figura de una estudiante de Historia que entrevista a un exiliado republicano; a la par que vertía, con palabras bien argumentadas, su propio compromiso personal con la temática. En “La última Sombra” (Ed. AJEC: Año 2012), se aventuró con un thriller psicológico, perfumado de inquietantes notas de esoterismo y una larga lista de guiños al séptimo arte, de culto, por supuesto. También esta novela fue finalista de los Premios Minotauro y Ciudad de Badajoz.

Ahora, Lozano de la Cruz nos regala un libro de cuentos, “Aniversario” (Ed. Lupercalia: Año 2017) : un género admirado por él (que cuenta entre sus referentes a los maestros argentinos Borges y Cortázar) , por esa cualidad de abordar ideas literarias con la densidad y los recursos expresivos adecuados, en su medida justa, sin alardes ni estiramientos innecesarios. Pero, si además tenemos en cuenta que el hilo conductor de estos relatos es que sus protagonistas saben que van a morir el día de su cumpleaños, el género le vale al autor para abordar el tema “de cómo afrontamos la muerte en occidente” desde diversos puntos de vista, estilos dentro del propio género, épocas y lugares. Así, como cuenta Agustín, “te encuentras con la historia de un niño que, al saber la noticia, no quiere celebrar su cumpleaños. O la del suicida que espera con ganas que llegue su día. O el terrible dilema de unos ciudadanos que, durante una dictadura, tenían vetado el acceso a su fecha de nacimiento, y ahora se mueven con el dilema de querer o no conocer ese dato…”.

El libro está prorrogado por el extremeño Jesús Carrasco, un hombre consagrado ya en el mundo de las letras por sus novelas “Intemperie” y “La Tierra que Pisamos”. “Es un lujo – comenta Agustín -, pero nos une la amistad, y creo justo que los consagrados apuesten por los que no lo somos tanto”.

En cuanto al género “cuento”, Agustín Lozano comenta que, “pese a su dificultad, se vende menos que las novelas. Y eso que necesitamos cuentistas que cuenten verdades ante este panorama de cuentistas malos. Vamos, que no hay cuentistas para tanto cuento como escuchamos a diario (se ríe)”.

Sobre su oficio de librero, lo tiene claro:”Mi apuesta es la literatura de calidad, también hay mercado para ella. No adquiero esos bestsellers que se venden en las estanterías de los hipermercados, junto a ofertas de alimentos. Está claro que ha mucho marketing tras novelas que no tiene calidad literaria.  A mí no me interesa esa línea”.