Como cada año desde que la OMS lo instaurara en 1986, hoy 31 de Mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, que pretende resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo.

El 28% de los españoles fuma, dos puntos porcentuales por encima de la media europea y porcentaje que los sitúa entre los más fumadores en la Unión Europea, según una encuesta del Eurobarómetro. Con todo, el porcentaje de españoles que fuma ha caído un punto desde 2014.

En nuestro país, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) acaba de presentar el informe “La fiscalidad del tabaco y la salud” en el que afirma que la medida más eficaz para reducir el consumo de cigarrillos es encarecer su precio. En este informe, la CNPT señala que un aumento del 5% supondría una reducción de más de 3.000 muertes en España durante los próximos 20 años. Pero no solo eso: más de 93.000 personas podrían dejar de fumar.

El 26% de los europeos fuma en la actualidad, el mismo porcentaje que en 2014, aunque el consumo entre los más jóvenes, de entre 15 a 24 años, ha crecido cinco puntos, hasta el 29%. En cambio, el 20% de los europeos ha dejado de fumar, porcentaje que sube al 22% en el caso de los españoles. El 53% de los europeos nunca ha fumado, porcentaje que cae al 50% entre los españoles. El 24% de los europeos fuma a diario, dos puntos menos que en el caso de los españoles, mientras que el consumo medio de cigarrillos se sitúa en los 14,1 diarios en la UE (0,6 menos que en 2014) y en los 11,7 en el caso de los españoles, que son 2,2 menos que en 2014.

En cualquier caso, desde la Unión de Consumidores apuestan por seguir trabajando para concienciar a la sociedad de los peligros del tabaco, porque si no actuamos, la epidemia matará a más de 8 millones de personas al año de aquí a 2030, 800.000 de los cuales serán no fumadores que morirán por respirar humo ajeno. Pero queremos hacerlo en un sentido positivo, para recordar los beneficios que tiene el abandono del hábito de fumar:

  • A los 20 minutos: la presión sanguínea y el ritmo cardiaco tienden a normalizarse.
  • A las 8 horas: la cantidad de nicotina y de monóxido de carbono contenidos en la sangre disminuye a la mitad. La cantidad de oxígeno que puede transportar la sangre tiende a normalizarse.
  • A las 24 horas: el monóxido de carbono, residuo del humo del cigarrillo, casi ha desaparecido de nuestro cuerpo. Los pulmones comienzan a “limpiarse” eliminando mucus y restos de humo.
  • A las 48 horas: el cuerpo ha eliminado completamente los restos de nicotina y se siente una gran mejora en el olfato y el gusto.
  • A las 72 horas: se siente una mejora en la capacidad respiratoria y pulmonar.
  • 2 a 12 semanas: se produce una importante mejora en el funcionamiento del sistema circulatorio. Aumenta la sensación de bienestar.
  • 3 a 9 meses: desaparece la tos crónica que acompañó nuestra vida de fumadores. Para este momento la capacidad respiratoria aumenta por lo menos en un 10%.
  • 5 años: la posibilidad de tener una crisis cardiaca es dos veces menor que la de un fumador.
  • 10 años: la posibilidad de tener una crisis cardiaca es la misma que la de un no fumador. El riesgo de tener cáncer de pulmón es dos veces menor que la de un fumador.