Cuando un grupo numeroso de personas se implican de la manera que lo han hecho en un pueblo tan bello como Guadalupe (Cáceres) y todo su entorno, con motivo de la primera edición de la Marcha Cicloturista BTT “Por el Corazón de Las Villuercas”, al frente de todas ellas el entusiasta grupo humano formado por el club ciclista local, Los Abubillos, con la ilusión por las nubes, sin distinción de sexo, edad o cargo en su junta directiva,  el Alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez, y parte de su equipo municipal, así como las entidades y colaboradores que con su aportación han hecho posible este evento, poco o nada puede salir mal. Si a esto se le une un día radiante como el que salió el domingo en Guadalupe, ¿qué más se puede pedir?

Al pelotón de 150 cicloturistas que decidieron inscribirse en esta prueba, se unieron los ciclistas del equipo profesional Extremadura-Ecopilas, Susana Alonso (subcampeona de España XCM el día anterior), Pedro Romero y Alberto Trujillo, quiénes llegaban la noche antes procedentes de Alhaurín de la Torre donde habían disputado el nacional de larga distancia con otro gran resultado para los extremeños con podio por partida doble en chicas.

A las 9 de la mañana partía la caravana ciclista participante en esta marcha para afrontar los 30 ó 52 kilómetros según el recorrido escogido, aunque algunos ya estábamos dando buena cuenta del café con exquisitos churros desde mucho antes de esa hora de partida para intentar ultimar los detalles y que todo saliese de la mejor manera posible.

En cuanto a las rutas cicloturistas poco más que añadir a lo que han podido ver, mejor dicho comprobar de primera mano los participantes: un recorrido poco menos que espectacular por el Geoparque Mundial Unesco de Villuercas Ibores Jara, con sus dificultades orográficas añadidas pero que no deja de formar parte de la esencia de lo que es una ruta de ciclismo de montaña. Quizás lo único que sobraron fueron algunas abejas que también se dejaron notar en esa parte corporal donde termina la espalda de algún deportista.

A la actividad meramente deportiva había previstas otra serie de actividades lúdicas que hicieron las delicias de los jóvenes acompañantes (y no tan jóvenes) como fueron una serie de rutas guiadas por esta singular población cacereña o la recogida de pilas usadas que desde el Ayuntamiento, Club Ciclista Los Abubillos y la Fundación Medioambiental Ecopilas, con la presencia en Guadalupe de su responsable de marketing Julio Lema, habían organizado.

La respuesta de los vecinos de Guadalupe a esta actividad en concreto ha sido espectacular. En torno a 300 kilos de pilas se han conseguido reciclar en solo unas horas. Cierto es que desde el club Los Abubillos, encabezados por su presidente, Javier Bautista, y su secretario, Jesús Utrilla, seguidos por una legión de anónimos colaboradores han hecho un trabajo previo en pocos días cuyo resultado ha sido sobresaliente.

Al término de la prueba, tras la reconfortante ducha y posterior almuerzo en familia aderezada con la entrega de numerosos premios, la cara de satisfacción general de la mayoría de ciclistas augura un buen futuro para la segunda edición de este evento.