Se celebra este fin de semana en San Vicente de Alcántara el III Campeonato de Bajo Vuelo de Extremadura. Organizado por el Ayuntamiento de la localidad, la Federación Extremeña de Caza y la Asociación de Cetreros Extremeños, cuenta con la colaboración, entre otras entidades, de la Diputación de Badajoz.

El Campeonato se desarrolla en el Alto de las Costeras, finca ubicada en la Sierra de San Pedro y a la que se accede por la carretera de Salorino, con la siguiente programación; el sábado 25 de noviembre, de 9:30 a 18:00 horas, se sucederán los vuelos clasificatorios y exhibición de caza de pequeñas aves, y a las 20:00 horas se ha previsto una conferencia de Miguel Ceberinos en el Museo del Corcho sobre sus vivencias como cetrero. La final y entrega de premios será el domingo día 26, de 9:00 a 14:00 horas.

El alcalde de San Vicente y diputado delegado de la Imprenta Provincial y el BOP, Andrés Hernáiz, explica que este Campeonato es novedoso ya que, junto al de Altanería de Llerena, es el único que se realiza en la región. El lugar elegido es, según el alcalde, debido al entorno privilegiado de las sierras de San Pedro y San Mamede, “paraje perfecto para la práctica de la cetrería de bajo vuelo”. La mayor parte de la inversión se ha realizado en logística con la limpieza de la zona y la instalación de servicios y una carpa con calefacción.

En San Vicente, detalla Hernáiz, “vivimos de la transformación del corcho, por lo que estamos convencidos de que gracias a su valorización apostamos por la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza”. De hecho, muchas especies de animales habitan en estas sierras por la conservación de las mismas y las rapaces usadas no están en peligro de extinción.

Pedro Gómez, presidente de la Asociación de Cetreros de Extremadura, defiende que este deporte es respetuoso con el medio ambiente, aclarando que las dos modalidades de cetrería, la altanería con un campeonato en Llerena y el bajo vuelo de San Vicente, son campeonatos muy esperados por los cetreros extremeños y del resto del país.

Se establecen dos categorías, la caza con águila de Harris y la que se realiza con azor. Cada rapaz vuela y caza de forma distinta las piezas, en este caso perdices adquiridas en granjas, con un máximo de 30 participantes por el límite de tiempo y la evaluación de dos jueces llegados de Andalucía. Pero también pueden cazar conejos o liebres.

Los participantes provienen de Extremadura, Valladolid, Salamanca, Soria y Andalucía y los ganadores recibirán premios en metálico y placas realizadas en corcho.

Se valora la actitud del ave con su cetrero, el grado de compenetración, la rapidez con que el ave sale a la presa y si hay o no captura.