UPA ha apostado por que la próxima Política Agraria Común sea “mucho más ambiciosa” en la regulación del mercado. Frente a quienes abogan por una desregulación total de la economía en todos los sectores, la organización ha declarado que son “imprescindibles” reglas del juego que “establezcan límites, marquen caminos y permitan el desarrollo de iniciativas empresariales privadas o en el ámbito cooperativo, primando siempre la justicia social y la protección a los consumidores”.

UPA cree “muy necesario” avanzar en medidas de gestión de mercado más eficaces que las existentes actualmente, que no han servido para evitar crisis como la generada por el veto ruso en el sector de la fruta de hueso o la crisis del sector lácteo.

“La Unión Europea y la Política Agraria Común no pueden ser ajenas a la necesidad de establecer medidas de gestión de mercado que sirvan para hacer viable un mercado justo para todos sus eslabones”, han señalado desde UPA, “desde los productores hasta los consumidores”.

Una cadena agroalimentaria equilibrada nos beneficia a todos

Los agricultores defienden que la PAC tenga entre sus objetivos prioritarios el reequilibrio de la cadena agroalimentaria, “definiendo claramente las prácticas desleales y reforzando el peso de las pequeñas empresas agroalimentarias y de la agricultura familiar”.

La clave es, afirman, reforzar el poder de los productores en el mercado, y por tanto, consideran que deben adoptarse “iniciativas valientes”, como reforzar la capacidad de negociación en la cadena agroalimentaria de los productores, para lo cual es necesario poder negociar, en el seno de las organizaciones interprofesionales, las condiciones de los contratos de los productos agrarios.

Los productores también creen que la nueva PAC debe dejar “perfectamente establecida” la excepción a las normas de competencia en cuanto a la posibilidad de que se pueda establecer una negociación colectiva para defender los intereses de los agricultores y ganaderos.

La PAC debe ayudar a los agricultores y ganaderos a lograr precios justos

“La demanda de precios justos para los productos agrícolas y ganaderos es una reivindicación justa, necesaria y compartida además por los consumidores”, han asegurado, que “son conscientes de que unos precios justos en origen no tienen por qué significar un incremento de los precios en destino. La PAC no debe ignorar este problema y tiene que poner todo de su parte para solucionarlo”, han concluido.