La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha hecho un retrato muy negativo de la situación del sector de la flor cortada. Los floricultores se afanan en tener listos sus cultivos para uno de sus momentos clave del año, el Día de Todos los Santos. Sin embargo, la meteorología ha provocado que algunas floraciones no lleguen a tiempo a este momento clave de la campaña.La margarita y el crisantemo son las variedades peor paradas, explican desde UPA. La floración se ha retrasado considerablemente y muchas plantas no llegarán a tiempo para las ventas de Todos los Santos, por lo que se quedarán en las explotaciones, “provocando grandes pérdidas a los agricultores”, ha denunciado esta organización. La paniculata también ha tenido problemas que han llevado a un retraso en la producción.

Los precios de las flores en origen siguen siendo muy bajos, hasta un 25% más bajos en rosas y claveles respecto a la pasada campaña, impidiendo a los agricultores obtener una rentabilidad suficiente para sus invernaderos. Mientras tanto, el mercado se inunda con flores importadas de muy diversos orígenes a alto precio, lo que termina llevando a una reducción de producción nacional que redunda en un encarecimiento a los consumidores.

“Una vez más los pequeños productores son los grandes perjudicados”, denuncia UPA. “Este año va a ser nefasto”, aseguran. “El mal tiempo tampoco ayuda, ya que frena a las personas de cara a acercarse a los cementerios a recordar y honrar a sus seres queridos”.

España destinó el año pasado 1.671 hectáreas al cultivo de flor cortada. Por territorios, destacan Andalucía (651 has, el 29%), Murcia (314 has, el 19%), Comunidad Valenciana (233 has, 14%), Galicia (182 has, 11%), Cataluña (121 has, 7,2%) y Canarias (99 has, 6%).

Las importaciones de flor cortada en 2017 supusieron 80 millones de euros, incrementándose notablemente en los últimos años, en 2013 apenas superaban los 60 millones. A su vez, los agricultores españoles exportan por valor de 33 millones de euros.