La consejera de Economía e Infraestructuras, Olga García, ha manifestado este miércoles que no sería “descabellado pensar que en 2030 pudiéramos contar en la región con otros 10.000 megavatios adicionales de energía renovable a los existentes hoy”.

De cumplirse estas expectativas, Extremadura estaría contribuyendo en un 20% con el objetivo nacional en cuanto a generación de energía con fuentes renovables, “si el objetivo fuese, como se prevé de 50.000 megavatios en 2030”, ha declarado la consejera en su intervención durante el desayuno informativo que ha tenido lugar en Cáceres, organizado por el diario Hoy en colaboración con el Banco Santander, para analizar el desarrollo de las energías renovables en la región.

En este sentido, la titular de Economía e Infraestructuras ha señalado que el escenario que supone la transición energética representa una oportunidad “importantísima” para Extremadura; no solo por “nuestra elevada capacidad de contribuir al cumplimiento de los objetivos internacionales de lucha contra el cambio climático, sino también por la actividad económica y de empleo, unido al desarrollo industrial y la I+D+i de la región”.

Según ha explicado Olga García, cuando se presentan oportunidades es fundamental tomar la iniciativa. Situarse por delante de los competidores. “Eso fue lo que hicimos desde el inicio de esta legislatura con la energía fotovoltaica. Diseñamos un plan de acción a corto, medio y largo plazo, con una ronda de contactos con posibles inversores. Y hoy vemos el fruto de ese trabajo”.

Así, ha recordado que próximamente entrará en funcionamiento el primer parque eólico en la región, de 40 megavatios de potencia, ubicado en Plasencia, y en cuanto a la tecnología fotovoltaica, ha avanzado que hay 50 proyectos en tramitación administrativa, con una potencia global de 3.127 megavatios, de los que 21 podrían iniciar su construcción entre este año y 2019, superando la inversión de 1.200 millones de euros y una potencia de 1.800 megavatios.

Además, podrían sumarse otros 500 megavatios correspondientes a proyectos que cuentan con acceso a la red, aunque aún no han iniciado los trámites oportunos. No obstante, la consejera confía en que la mayor parte de los 3.700 megavatios acabarán llevándose a cabo “más pronto que tarde”.

En esta situación descrita por la consejera ha sido fundamental la agilización administrativa, cuestión prioritaria para su departamento y lo que motivó la creación de un órgano ambiental para la tramitación de los proyectos de energía renovable. “De tal modo que en menos de cuatro meses se resuelven los procesos administrativos. No hay ninguna otra Comunidad Autónoma que haya mejorado este plazo de gestión”.

Por otra parte, Olga García ha manifestado que se ha logrado que el Ministerio para la Transición Ecológica flexibilizara el aumento de la capacidad de evacuación de la energía generada en la región, lo que supone para Extremadura unos 3.000 megavatios adicionales, que se sumarían a los anteriores 3.700 Mw, y que ya han sido solicitados a Red Eléctrica de España por distintos promotores, fundamentalmente relacionados con la tecnología fotovoltaica.

La consejera ha indicado que “se trataría de una segunda hornada de proyectos, que podrían desarrollarse entre los años 2020 y 2023. Por tanto, estaríamos hablando de que a corto-medio plazo Extremadura podría tener en marcha proyectos de fotovoltaica con una potencia de 6.700 megavatios y una inversión de más de 4.000 millones de euros”.

Esta cifra podría tener un crecimiento exponencial con la inclusión de las nuevas infraestructuras derivadas de la próxima Planificación de la Red de Transporte, por lo que, en su opinión, no sería “descabellado pensar en disponer de otros 10.000 megavatios de energía renovable, adicionales a los existentes hoy, en el horizonte 2030”.