“Tuve que llamar a la Guardia Civil para que me protegiera y no me pegaran, pero ya no me pegarán nunca más, lo pasé muy mal”

Esto me decía el revisor al pedirme el billete del tren. Yo le había preguntado si no habría problemas en ese día 2 de enero, después de lo ocurrido el día 1, con la parada en plena noche y en pleno campo sin luz, sin calefacción, sin que se abrieran los servicios, sin agua, sin información, etc.

Efectivamente, viajar en tren en Extremadura tiene su riesgo. A mí me aconsejaron coger un autobús, pero pude llegar  hasta Cáceres el día 2 sin que se reprodujeran los incidentes tantas veces repetidos.

El responsable no es el revisor, ni los que dan el billete en la ventanilla. El problema viene de atrás, de muy atrás. Por eso no entiendo que se echen las culpas los de un partido al otro cuando hay dos partidos responsables, durante cerca de 40 años, de la situación actual de Extremadura. Ellos la ignoraron, la marginaron y la siguen marginando y engañando con promesas que nunca piensan cumplir.

El tema del tren en Extremadura debería estar arreglado hace años. Si no se hizo en Extremadura, ¿cuál es la causa?. Podríamos decir algunas porque son bastantes, pero especialmente que este Gobierno, por ser de izquierdas, y otros, por ser de derechas, no tienen más interés que los votos de los extremeños y el poder, les llegue como les llegue. No es en función de la necesidad como han actuado y actúan los diversos Gobiernos, sino en función de la presión que puedan ejercer las diversas Comunidades. Si lo decimos llanamente, los Gobiernos han funcionado movidos por el chantaje de los que más presionan. Si Extremadura u otras regiones quedaban ancladas en el siglo pasado o el anterior, no les preocupaba.

Imitando a una frase en el Imperio Romano que decía: “ten contento al ejército y olvídate de todos los demás”, consejo para algún emperador. Ahora podríamos decir ten contentos a los nacionalistas y separatistas, y olvídate de las regiones que cumplen y no crean problemas.

La marginación de Extremadura depende también de la actual forma de representación. Hay una figura en televisión, cuando quieren que alguna música parezca que se toca en directo lo simulan con personas que, a veces, no han tenido un instrumento musical en sus manos. SON LOS FIGURANTES, hacen como si tocaran pero no tocan, simulan, y la gente cree que están tocando. Ésta es parte de nuestra tragedia. Necesitamos defensores de Extremadura, más que figurantes que defienden a sus partidos pero no a Extremadura.

Creemos necesario un cambio radical en el modo de representación. Si no, Extremadura seguirá igual, marginada, maltratada y sin nadie que la defienda a fondo. Hemos propuesto ya un movimiento de Defensa de Extremadura o una Plataforma de Voluntarios que jueguen a tope por su tierra. Si algo así llega, las cosas cambiarán, si no, nos seguirán marginando como siempre.