La palabra es el “negativo” de la realidad; pero la representación nunca es la cosa representada. Ahí se fijan los conceptos de representación de las cosas. La imagen es preconceptual, común con los animales, pero suele producir más efecto que el propio concepto.

Ese mundo irreal pero representante entre nosotros del mundo de la realidad, es manejado de un modo excluyente y exclusivo en los medios de  comunicación por aquellos que, ”simbólicamente”, representan a Extremadura, aunque no la defiendan de verdad.

Usando las leyes han puesto obstáculos para impedir que los que, “por ley natural”, son defensores de Extremadura estén excluidos de esos medios pagados por todos y utilizados, casi en exclusiva, por los que están a sueldo de los partidos. No necesitamos a los que no nos defienden.

¿Cómo es posible que cada mañana o cada noche tengamos a los mismos partidos y a sus representantes en la televisión y en los demás medios de comunicación vendiéndonos promesas de hace cuarenta años y en porfía a ver quién miente más y excluyan a los que tratan de defender los intereses de Extremadura?. ¿Cómo es posible que Extremadura Unida haya estado defendiendo, incluso con manifestaciones propias, las comunicaciones por tren con Portugal y el resto de España, y se nos ignore como si no existiéramos? ¿Dónde está la igualdad que proclaman mientras excluyen a los defensores naturales de la región como los regionalistas y otras minorías? Las voces falsas se han apoderado de los medios, y con su propaganda sistemática siguen engañando al pueblo indefenso.

Cuando se le pregunta al Presidente por la marginación de Extremadura, responde diciendo que en Galicia se están haciendo cosas. Y en otra ocasión, lo más que se le ocurre sobre las roturas del tren a diario y en plena noche, es que empatiza con Extremadura. Preferiríamos que no empatizara y que solucionara los problemas que han creado él y los Gobiernos anteriores a él. Nos sobra empatía, nos falta igualdad y justicia. Si viene a Extremadura, no lo haga en avión. No tenemos aeropuerto civil, la única región de España que no lo tiene. Hágalo en un tren digno y, si es posible, “en el AVE”, cambiadas ya las traviesas y la infraestructura del siglo, no el pasado, sino el anterior.

La energía que se produce en Extremadura debería servir, en primer lugar, a Extremadura, y hasta esto se nos ha negado. Aquí nos ponen las centrales nucleares de Almaraz y su riesgo potencial, aquí se instalan los cementerios nucleares de las mismas centrales, mientras a otros se les atribuyen las ganancias y se les privilegia.

Extremadura está harta de palabras embusteras, no nos cuenten más mentiras.