Más de cien vecinos de Palomas realizaron anoche un “viaje” teatral y emocional a Tierra Santa ante cientos de espectadores que no quisieron perderse un año más la representación popular del Paso de la Santa Cruz que cada año crece en visitantes.

Bajo sus vestimentas de época, revivieron en la parte alta de este pueblo pacense la leyenda que narra el hallazgo en Jerusalén que hizo Santa Elena, madre de Constantino, de la cruz en la que fue crucificado Cristo.

El pueblo escenificó anoche el texto escrito por el novelista Jesús Sánchez Adalid con la forma de auto sacramental, culminando meses de trabajo y preparativos para vivir su fiesta grande de la Cruz con la representación de una tradición que se pierde en el tiempo y que el Ayuntamiento recuperó en 2003 mediante una dramatización.

José A. Raynaud, el director, volvió a dar cohesión al largo centenar de personas involucradas en la actuación, en los bailes y la música de este montaje teatral que tuvo un año más como escenario principal el entorno al aire libre  de la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de Gracia, originaria del siglo XV.

Actores y público, fueron moviéndose alrededor del edificio eclesiástico para seguir las diferentes escenas itinerantes del montaje que fueron describiendo la Roma imperial al mando del emperador Constantino, que encarga a su madre Elena que encuentre y lleve a Roma la cruz en la que fue crucificado Jesús.

Fuegos artificiales, bailes paganos y música en directo, compuesta expresamente por David Álvarez,  contribuyeron nuevamente a dar realce a una escenificación en el que se involucra todo el pueblo y que contó con la presencia de autoridades locales, provinciales y regionales.

El Paso de la Santa Cruz se enmarca dentro de las fiestas populares dedicadas a la exaltación y triunfo de la Cruz. Fiestas que, más allá de su vinculación religiosa, están relacionadas con la primavera, la floración del campo y el resurgir de la tierra.