El Albur Festival ha llegado para quedarse. Esa era una de las frases más repetidas durante el fin de semana, una afirmación en la que coincidía el Ayuntamiento, los grupos participantes y el público que disfrutó de dos veladas con la mejor música coral a cargo de los gallegos Son do Sil y los tinerfeños Tigaray el viernes y los murcianos Son del Malecón y Furriones el sábado. Los pacenses fueron los encargados de poner el broche final a un festival que como ya se dijo en rueda de prensa, ha sido pionero en este tipo de música. Y Alburquerque ha sido su caldo de cultivo.

Las actuaciones se desarrollaron con normalidad ante un público entregado a los acordes y las voces. La mayor afluencia se concentró el sábado, con una plaza que estaba totalmente abarrotada. Tampoco podemos olvidar el gran ambiente que se vivió durante la mediodía en torno a los bares y terrazas del centro, algo que simboliza otra de las señas de identidad de esta cita; el espíritu de convivencia entre gentes de tan distintos rincones de España que hacen perfecta comunión con los alburquerqueños. El festival terminó con el intercambio de obsequios entre los participantes y el Ayuntamiento, en el que fue el primer acto oficial de la nueva alcaldesa, Marisa Murillo. Este fue también el turno de los agradecimientos, en los que Ángel Vadillo estuvo muy presente en boca de los organizadores y Consistorio anfitrión. Falta un día menos para la cuarta edición.

Abel Moreno