La oficina de La Caixa de Fuente del Maestre, a través de la Obra Social de la entidad, ha donado 3.000 euros a Afaval. Una asociación sin ánimo de lucro, fundada por el fontanés Luis Guerrero Pecero en el 2010, con el fin de ayudar a familias que tienen menores con problemas de drogodependencias.

Desde entonces, se vienen desarrollando programas de rehabilitación y de prevención de adicciones, que requieren de dotación de recursos y de continuidad en el tiempo para que resulten eficaces.

Por ello, desde la Obra Social de La Caixa de Fuente del Maestre, apuestan por la labor de Afaval: En concreto, la donación va destinada a un Programa Escolar de Prevención a Edades Tempranas de Consumo de Alcohol, y de la adicción a los juegos de azar y on line.

Alfonso J. Fernández Gallardo, director de La Caixa en Fuente del Maestre, ha ratificado “el compromiso de nuestra Obra Social en el trabajo con colectivos sociales vulnerables, una línea de trabajo que siempre nos ha caracterizado”. Fernández Gallardo sostiene : “En los últimos tiempos, muchos bancos se han fusionado y han dejado a un lado la obra social. No es el caso de La Caixa, que es un banco; pero que, por otro lado, tiene una Obra Social que destina al año 550 millones de euros a proyectos de este tipo, lo que supone más del 50% de la Obra Social de todo el país”.
Asimismo, Margarita García Moreno, Vicepresidenta de Afaval , ha hablado “del papel fundamental de las familias en los procesos de rescate de nuestros jóvenes, unas familias que nos veíamos perdidas hasta que se creó Afaval, y encontramos ahí un trabajo profesional muy bueno, pero que siempre hay que reforzar en familia”.

Por último, el Director de la asociación citada, Luis Guerrero, ha agradecido públicamente esta donación, así como el apoyo que reciben de la Junta de Extremadura.

Y ha explicado el porqué de este proyecto: “ La ludopatía no es algo nuevo, pero se ha reinventado y se está convirtiendo como en la nueva heroína para los jóvenes de nuestra época. Por eso pedimos a La Caixa ayuda para este proyecto. Hay que alertar a los docentes, y dotar a los chavales de herramientas y recursos de prevención. Estas casas de apuestas que proliferan son una trampa muy bien diseñada. Están concebidas para hacer creer a los que entran que saben, y que desde esa sabiduría apuestan y ganan. Esto ocurre al principio, pero luego esa falsa creencia hace que estos jóvenes quieran más y más, y ahí entran en una peligrosa adicción. Una adicción que va unida al consumo de alcohol y otras sustancias. Son una lacra contra la que hay que luchar, sobre todo con los más jóvenes”.