La Diputación de Badajoz quiere aclarar respecto a la cifra de déficit publicada por el Ministerio de Hacienda, estimada en casi 13 millones de euros,  que la inestabilidad presupuestaria se debe a la utilización del remanente de tesorería para gastos generales durante los años 2013 y 2014. En concreto, se destinaron 80 millones de euros como solución a parte de los problemas que en materia de empleo, servicios sociales, gastos corrientes e inversiones atraviesan los ayuntamientos de la provincia pacense.

Manuel Borrego, diputado-delegado del Área de Economía, Hacienda, Compras y Patrimonio, ha defendido la aplicación social de esta cifra en su defensa de los ciudadanos: “nuestro objetivo son las personas antes que los números”, sostiene, añadiendo que “en 2016 acabaremos con esta situación ya que la Diputación arrojará un saldo positivo de 26 millones de euros”.

Para utilizar presupuestariamente esos recursos de ahorro acumulado, se hace necesario introducirlos contablemente en el presupuesto a través del capítulo 8 de ingresos denominado “activos financieros”.

De esta manera se contabilizan 80 millones de euros en el capítulo 8 de ingresos financieros, que posteriormente no se tendrán en cuanta a la hora de obtener el dato de estabilidad, para financiar empleo, obras y servicios de los ayuntamientos a través de transferencias corrientes y de capital de los capítulos 4 y 7 del presupuesto de gastos.

Al confrontar estos capítulos de ingresos y gastos para obtener la estabilidad, y como quiera que en la parte de ingresos aparece el capítulo 8, se arroja esta inestabilidad formal. Con anterioridad a la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria esta situación se solventaba con un escrito remitido al Ministerio de Economía y Hacienda en el que se comunicaba que la causa de dicha inestabilidad era debida a la utilización del remanente de tesorería.

Sin embargo, estima el diputado-delegado del Área de Economía de la Diputación, Manuel Borrego, “la interpretación ministerial indica un desconocimiento total de la realidad local, lo que obliga a elaborar un plan económico-financiero que, en nuestro caso, fue aprobado por la corporación provincial pacense en abril de 2015”.

Este plan supone que durante el ejercicio económico actual y el siguiente (desde abril de 2015 a diciembre de 2016), se debe volver a la situación de estabilidad.

El plan económico-financiero recoge que en 2016 la Diputación arrojará un saldo positivo de 26 millones de euros, la deuda con las entidades bancarias habrá desaparecido, la regla de gasto se cumplirá y el periodo medio de pago a proveedores será de 13 días.

Para el Área de Economía de la Diputación de Badajoz, “esta interpretación que de los conceptos contables europeos hace el Gobierno Central supone un límite al gasto público, en claro intento de disminuir dicho sector, aclarando que en el caso de la Institución pacense los ingresos corrientes durante estos años, y de acuerdo con la planificación de los siguientes, son más que suficientes para hacer frente a sus gastos.