Ingredientes

  • Judías verdes
  • Tomates
  • Ajo
  • Vino blanco
  • Aceite de oliva vírgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra

Elaboración

Lava las judías verdes y límpialas. Pela los tomates. La mejor manera de hacerlo es escaldándolos, es decir, sometiéndolos a una cocción muy breve que cortarás rápidamente con agua fría. Para ello, acerca un cazo con agua al fuego y, cuando a rompa a hervir, introduce los tomates con un corte sobre su piel en forma de cruz. Tras 30 segundos en el agua hirviendo, sácalos y pásalos a un bol con agua y hielo. Ve escaldándolos por tandas. Una vez hecho esto, se pelarán fácilmente, con tan solo tirar de su piel.

Una vez pelados, pica los tomates en daditos pequeños. Reserva. Pela los ajos, pártelos por la mitad para retirarles su germen, que es el responsable de que el ajo sea indigesto y repita. Después, corta en láminas finas cada una de las mitades.

Acerca una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva virgen extra e incorpora las láminas de los ajos. Añade los ajos al aceite antes de que se haya calentado y cocina unos minutos a fuego medio.

Una vez que estén dorados los ajos, incorpora las judías y saltea durante unos minutos a fuego vivo. Añade el vino blanco y sigue cocinando unos minutos más hasta que el alcohol se haya evaporado.

Incorpora el tomate picado con todo el jugo que haya soltado. Cocina las judías verdes con tomate, a fuego medio, durante unos 10 minutos aproximadamente. Una vez que veas que gran parte del jugo del tomate y del vino se han evaporado… baja el fuego, y sigue cocinando a fuego suave durante otros 10 ó 15 minutos más. Justo antes de terminar, rectifica de sal y pimienta.