Ingredientes

  • pollo
  • huevos
  • salsa de soja
  • vino blanco
  • semillas de sésamo
  • limón
  • caldo de ave o pollo
  • maicena
  • azúcar
  • sal
  • pimienta negra
  • aceite de oliva virgen

Elaboración

En un bol, bate el huevo con la salsa de soja y el vino blanco. Ralla todo el limón (o los limones, dependiendo del tamaño que vayas a preparar) y agrega la mitad de la ralladura al bol junto a las semillas de sésamo.

Después, corta las pechugas de pollo en tiras y marínalas en el preparado anterior. Tienes que dejarlas  por lo menos 20-30 minutos tapadas con un film dentro del frigorífico. Así, el pollo tendrá mucho más sabor.

En otro bol pon la maicena con abundante sal y reboza las tiras de pollo marinado. Hazlo poco a poco para que se impregnen bien.

Calienta un chorro generoso de aceite en una sartén a fuego medio-bajo y fríe las tiras de pollo hasta que se queden bien doradas. Reserva después sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Finalmente, pon el resto de la ralladura de limón que te ha sobrado antes en una sartén.  Exprime el limón y añade el zumo. Después incorpora el azúcar y el caldo (reserva un poco) y deja hervir. En el caldo que has dejado, disuelve la maicena e incorpórala a la sartén cuando rompa el hervor, sin parar de remover para que no se formen grumos. Prueba la salsa y añade sal a tu gusto. También le va muy bien un toque de pimienta negra molida.