Un centenar de especialistas en la gestión del ciclo del agua han participado esta mañana en Badajoz en un encuentro sobre gestión y aprovechamiento de fangos de depuradoras de aguas residuales, con objeto de “analizar las posibilidades de aprovechamiento y generar economía y empleo a partir de un nuevo producto”.

Así lo ha manifestado durante la apertura del evento la vicepresidenta de la Diputación de Badajoz, Virginia Borrallo, que estuvo acompañada por el director general de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, Pedro Muñoz; y el diputado delegado de PROMEDIO, Manuel Antonio Díaz.

El encuentro, organizado por PROMEDIO en su sede de la capital pacense, fue retransmitido en directo por internet y contó con representantes de seis empresas e instituciones con experiencia o líneas de investigación relacionadas con la reutilización de los fangos como producto para la producción de energía o para mejora de la agricultura.

Borrallo ha señalado en su intervención el “valor añadido” que aporta PROMEDIO a la gestión de medio centenar de depuradoras en la provincia gracias a este tipo de iniciativas formativas y otras relacionadas con la innovación, gracias convenios con la Universidad de Extremadura, o el asesoramiento a los municipios para resolver incidencias en el saneamiento.

También ha destacado el programa de mantenimiento preventivo y actuaciones de mejora de las instalaciones, a través del cual “la Diputación de Badajoz ha invertido casi un millón de euros (956.602 euros) en lo que llevamos de legislatura para mejorar la calidad del agua que se vierte a la naturaleza”.

Durante el evento se ha puesto de manifiesto los beneficios que suponen para el campo extremeño la conveniente aplicación de lodos de depuradoras, si bien existen diversas funciones que pueden complementar el destino final de este material.

Entre estas posibles aplicaciones se analizaron la producción de compost mediante la mezcla con restos vegetales u otros elementos agronómicos; el uso del fango para generar biogás y, con ello, energía eléctrica; y por último, la posibilidad de extraer el fósforo del lodo para fabricar fertilizantes.