La reciente apertura del nuevo Hospital de Día para aplicación de terapia de hemocomponentes evitará unos doscientos ingresos innecesarios cada año en el Área de Mérida, según los responsables del Servicio de Hematología.
Hasta la apertura de esta zona asistencial, que entró en funcionamiento a principios del pasado mes de septiembre, los pacientes que reciben este tipo de terapia debían ser ingresados por la mañana en plazas disponibles en alguna de las plantas del hospital y no recibían el alta hasta bien entrada la tarde, por lo que esas camas no quedaban libres para nuevos ingresos hasta el final de la jornada.
El Hospital de Día cuenta con una sala de transfusiones y tratamientos, con capacidad para atender simultáneamente a cuatro pacientes en régimen ambulatorio, además de una sala de espera para familiares y un aseo adaptado.
Con su entrada en funcionamiento, el paciente sigue un nuevo circuito que empieza por la sala de extracciones, continúa por la consulta de Hematología y termina recibiendo su tratamiento y cuidados de salud en la sala de transfusiones, gracias a lo cual puede volver a su domicilio al mediodía sin necesidad de ingreso.
El cuidado de los pacientes en el Hospital de Día está a cargo del personal de enfermería del Servicio de Banco de Sangre-Hematología, junto a una técnico en cuidados auxiliares de enfermería. En caso de emergencia, se ha planificado la respuesta conjunta con el personal del Servicio de Urgencias, que se encuentra muy próximo.
TRATAMIENTO MÁS SEGURO Y HUMANIZADO
Ha sido necesario un importante esfuerzo en la planificación asistencial, para que el personal de enfermería del Banco de Sangre del hospital sea el mismo que realice la extracción al paciente y las pruebas cruzadas y administre la primera unidad de hemocomponentes, lo que reduce el número de personas que intervienen en el proceso y los posibles errores al ejecutar la orden de tratamiento.
Todo el procedimiento queda registrado gracias a la habilitación de un nuevo puesto de trabajo clínico JARA, donde pueden visualizarse órdenes de tratamiento, registrar constantes, prestaciones de enfermería realizadas, incidencias, efectos adversos o informes de continuidad de cuidados.
Por ese motivo, además de dejar disponibles camas hospitalarias, el Hospital de Día aporta un valor añadido por la seguridad con la que se ofrecen estos tratamientos, al reducir al máximo los eventos adversos relacionados con errores en las transfusiones.
Según los responsables del centro hospitalario emeritense, también supone un avance en la humanización de la asistencia sanitaria, dado que la sala de transfusiones es un espacio común para personas que reciben el mismo tratamiento en el que pueden charlar, relajarse con música ambiente, mantener un contacto cercano con sus familiares y acompañantes, y donde se establece una mejor relación de confianza entre profesionales y pacientes.
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