La organización rural UPA ha mostrado su “honda preocupación” por la campaña de incendios que nos espera en el verano que hoy comienza. La fuerte sequía, las altas temperaturas y la situación de abandono en la que se encuentran muchos montes incrementan notablemente el riesgo de que se inicien incendios.
Los agricultores y ganaderos españoles han emitido su más profundo pesar por lo ocurrido en Portugal, por el daño medioambiental y sobre todo por la pérdida de vidas humanas. Desde UPA creen que ni la Unión Europea, ni los Gobiernos de los países del sur de Europa, pueden ignorar el drama de los incendios forestales, y deben ponerse “manos a la obra” para coordinar políticas conjuntas de prevención y extinción.
“La sociedad debe ser consciente de que la mejor política de prevención de incendios es mantener un medio rural vivo, equilibrado y sostenible, en el que se garantice la compatibilidad de actividades humanas como la agricultura y la ganadería extensiva, con el cuidado del monte y de los bosques”, han señalado desde esta organización.
El declive de la ganadería extensiva agrava, a juicio de UPA, el problema del fuego en el monte. “Lo que hace unos años era alimento para nuestros animales, hoy es combustible para los incendios”, han lamentado.
La ganadería extensiva previene los incendios forestales
Son muchas las voces y numerosos los proyectos que están volviendo a poner en valor al ganado que pasta en extensivo por su capacidad de desbroce natural, ecológico y económico que realiza. Sin embargo, hay políticas como la PAC que, en opinión de UPA, han perjudicado gravemente a este modelo de producción, ya que ha catalogado tierras de monte como “no pastables” cuando realmente sí lo son. “Europa no entiende que en nuestros montes pastan ovejas, cabras, vacas y cerdos, y que esa labor es clave en la prevención de incendios”, han asegurado.
Fenómenos crecientes como la expansión del lobo por el territorio nacional tampoco ayudan a la supervivencia de la ganadería extensiva, obligando a los ganaderos a encerrar a los animales en la explotación, reduciendo el tiempo que pasan en el monte.
El temor a que ocurran desgracias como la de Portugal es grande, por ello desde UPA van a solicitar a las autoridades que planifiquen cursos de formación para los habitantes y visitantes del medio rural para que todos sepan cómo actuar en caso de que se acerque un incendio.
Los habitantes de los pueblos son el grupo social más afectado por los incendios forestales, pues los fuegos se producen en entornos rurales y destruyen el medio en el que viven y trabajan los agricultores y ganaderos. Por ello desde UPA han hecho un llamamiento a la concienciación de toda la sociedad para tratar de frenar este grave problema.
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