Sólo con actividad productiva, con agricultura y ganadería sostenibles, es posible la existencia de un medio rural y un medio ambiente “cuidado, organizado y respetado”, capaz de afrontar los retos y las amenazas del cambio climático. Es la conclusión principal del informe de la Agricultura Familiar 2018 editado por la Fundación de Estudios Rurales de UPA, presentado ayer en Madrid y que este año cumple además su 25 aniversario.

“Bajo el paraguas de la agricultura y ganadería de carácter familiar se engloban muchos y muy diversos modelos de vida y de trabajo”, han explicado desde esta organización. Lejos de visiones reduccionistas o simplistas, el mundo rural no es en absoluto ajeno al proceso natural de evolución de la sociedad. “Agricultura familiar es diversidad, modernidad, progreso y sostenibilidad”, han defendido.

“El resto de modelos no son viables ni sostenibles”, han asegurado, “y muchos menos en un país con la variedad ambiental y la vertebración territorial que tiene España”. La crisis ha ayudado a desechar “experimentos” que, según UPA, han fracasado o quedarán en nada, como la especulación urbanística en tierras tradicionalmente de cultivo, o los intentos de instalar macrogranjas.

Ni siquiera unas hipotéticas políticas públicas de protección y ordenación del medio ambiente serían viables sin la concurrencia de los agricultores y ganaderos. “Una vaca pastando es el agente antiincendios más eficaz y barato que existe; y un agricultor y ganadero es el mejor antídoto contra el despoblamiento y el desempleo”, han ejemplificado desde UPA.

Representación extremeña

Una importante representación extremeña de agricultores, ganaderos y miembros de varias instituciones participaron en la presentación del Anuario, cuyo eje central fue el futuro de la Política Agraria Común.

También acudieron a la cita la consejera de Agricultura de la Junta de Extremadura, Begoña García, el director general de la PAC, Javier Gonzalo, y la coordinadora de las ayudas de la PAC, María del Mar Salazar, entre otros.

El orgullo rural merece un premio

En el mismo acto, celebrado en la sede del Consejo Económico y Social de Madrid, la Fundación de Estudios Rurales ha entregado sus premios destinados a personas e instituciones destacadas por su “orgullo rural”. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el sociólogo e investigador rural, Eduardo Moyano, el periodista Luis Miguel de Dios, el actor Xosé Antonio Touriñán, la viticultora María Victoria Serrano y la cooperativa Oviaragón han sido los galardonados en esta edición.

Por su parte, la representación teatral de ‘El Alcalde de Zalamea’ ha recibido el Premio de Cultura, Arte y Literatura 2018 por el esfuerzo que realizan los vecinos de la localidad para llevar a cabo, desde hace más de 24 años, la mayor representación teatral de España con la que dan vida al legado de Calderón de la Barca.