“Para la Diputación de Badajoz es un orgullo apoyar y contribuir con la puesta en marcha de este festival”. Así lo ha manifestado Ricardo Cabezas, diputado provincial del Área de Cultura, en la presentación de la XXV edición del Festival Medieval de Alburquerque. Cabezas ha añadido que “es la constatación de un esfuerzo sostenido en el tiempo por la cultura” gracias a la colaboración ciudadana y municipal. “Esta gestión cultural ayuda a canalizar la energía creativa de la sociedad” alburquerqueña, define el diputado, siendo un referente para otras localidades y para el país vecino.     Ricardo Cabezas ha subrayado la gran implicación del pueblo para poner en marcha este evento, fundamental para el turismo cultural, la hostelería y restauración y, sin duda, “para los artistas, técnicos y demás participantes en el festival”.

Esta 25 edición se celebra del 17 al 19 de agosto. Son muchas las historias y personajes que han pasado a lo largo de estos 25 años, como Álvaro de Luna y su Águila Blanca o Inés de Castro y, ahora, el primer duque de Alburquerque, don Beltrán de la Cueva.

El alcalde de Alburquerque, Ángel Vadillo, ha manifestado que hablar del festival es hacerlo de todo un municipio, involucrado al cien por cien en este acontecimiento. “Aquí no hay protagonismos individuales -ha precisado- sino colectivos de un pueblo que se emociona haciendo cultura sin perder la ilusión año tras año”.

Por su parte, Toni Álvarez, directora de la CEXMA, ha indicado que la presentación del festival de Alburquerque siempre es emotiva por el esfuerzo altruista que realiza todo el pueblo, “un ejemplo de democratización e implicación cultural poniendo en valor la convivencia, además de la recreación histórica con un espectáculo de mucha calidad”. Álvarez ha añadido que “como plus, crece en cada edición” mejorando sus resultados.

“Es un festival hecho con amor”. Con esta frase ha descrito su directora, Ángela Robles, el evento, desvelando que se siguen sorprendiendo cuando los grupos locales colaboradores “nos plantean acciones nuevas y creativas, ya sean teatrales o de danza y música”.

Todos los años son especiales, ha recalcado la directora, “pero para esta edición, por ser la vigésimo quinta, se ha montado una exposición con material gráfico en el castillo de Luna con imágenes de estos años”. Los nacidos en el año de inicio del festival, allá por 1994, han cedido fotografías de su paso por las distintas ediciones, una acción que se recordará como algo especial”.

Joaquín Plata, director artístico, ha destacado en el desglose de las actividades del programa la figura de Beltrán de la Cueva y el viaje en el tiempo que podrán vivir los que acudan esos días a Alburquerque. Plata augura que disfrutarán de escenas que “nos trasladarán a épocas gloriosas de nuestro pasado, en el que la convivencia de las tres culturas (cristiana, musulmana y judía) estaba latente y la alegría de nuestra localidad invade todos los rincones”.

Dentro de la programación sobresalen el museo viviente en el interior del castillo, el pregón previsto a las 20 horas del día 17, la boda cristiana entre doña Inés y don Pedro, la danza de la muerte o la representación sobre Juana de Alvís, la reina triste, infanta portuguesa. No se pueden olvidar el mercado artesanal, la animación del barrio medieval “Villa Adentro”, la entrega del Ducado y llaves de la villa a don Beltrán y la cena de gala en su honor, además del aquelarre, la fiesta de la Recoleta y la Mudéjar, la escuela de caballeros o el concierto de música medieval.