La Oficina de Información y Evaluación del Medicamento del Servicio Extremeño de Salud se encarga de la eficacia, la eficiencia y el impacto clínico de los medicamentos.  Así lo ha presentado esta mañana el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, que ha manifestado que en sus primeros seis meses esta oficina ha informado sobre diez nuevos medicamentos, principalmente oncológicos, y que su desarrollo llevará a que evalúe otro tipo de fármacos y sus interacciones con otros medicamentos. En ese sentido, ha significado que uno de los principales objetivos de la Sanidad es la seguridad de los pacientes y esta oficina aumenta dicha seguridad.

Ha señalado su importancia para aquellos pacientes que toman entre cinco y diez medicamentos, algo que aumenta el riesgo de interacción entre fármacos y es necesario evaluar esas interacciones. Ha recordado que el 30% de las urgencias hospitalarias se producen por esa interacción de fármacos.

Acompañado por el gerente del Servicio Extremeño de Salud, Ceciliano Franco, y el director general de Asistencia Sanitaria, Vicente Alonso, el titular de la Sanidad extremeña ha explicado que la información que facilita esta oficina de manera independiente se suma así a la que suministra la Agencia Española del Medicamento y la propia industria farmacéutica. Asesora al médico de manera científica e independiente para que éste pueda ayudar al paciente a tomar una decisión sobre la mejor de las alternativas terapéuticas.

Asimismo, forma a las comisiones de Farmacia en la metodología y a los Comités de Tumores de las Áreas de Salud, ya que la mayoría de los nuevos fármacos son tratamientos contra el cáncer.

Vergeles ha ofrecido también datos del gasto farmacéutico ambulatorio, que ha cambiado la tendencia de los últimos años. Así, el gasto interanual del SES crece la mitad que el de España, siendo un 1,6% mientras que la media de todo el país es un 3,2%. De manera que la factura farmacéutica es de 300 millones anuales, siendo la hospitalaria la que más crece, un 8,8%, que se sitúa dentro de la media española.

Para concluir el consejero ha declarado que “para nosotros la salud es un derecho, la seguridad de los pacientes una exigencia y la gestión de los fondos públicos una responsabilidad; esos son nuestros principios en la política farmacéutica de la Junta”.