Lo mejor que tiene ser alumno del Centro Flamenco y Danza de Jesús Ortega, es que, al margen de recibir clases de un excelente bailaor y coreógrafo como es él, también tienes la oportunidad de recibir clases magistrales con auténticos maestros y maestras del baile a los que, en otras circunstancias, sería complicado acceder. Es, al fin y al cabo, lo que tiene que ser un Centro: una amalgama de influencias, de entendimiento, de corrientes y de formas de entender, en este caso, el baile flamenco. En enero, sin ir más lejos, llega a Badajoz, ‘El Junco’ (Juan José Arroyo, Cádiz, 1975) que los sábados 12, 19 y 26 llevará a Badajoz esa frescura y ese baile rítmico, como él mismo define su arte. Una suerte para los alumnos, y también para los aficionados al flamenco, porque traer a Extremadura a bailaores de esta envergadura, no deja de ser un éxito para la región y ahí, ganamos todos. Les guste el flamenco o no. Pasen y lean.

¿Q van a encontrar los alumnos que se acerquen a sus clases magistrales a partir de enero?

Los alumnos van a encontrar una clase hecha, sobre todo, para disfrutar, ydonde más que pasos y coreografías van a aprender conceptos básicos para entender mejor el flamenco, baile, cante y toque. A mi me gusta cantar en las clases para que ellos bailen también con el cante, pero sobre todo, para que disfruten. Que disfrute cada uno de la mejor manera, y siempre con una disciplina, un trabajo, ¡pero disfrutando!, y conociendo a un bailaor con otra personalidad, que eso es muy importante también para la enseñanza. Siemprees muy enriquecedor aprender de muchos maestros.

¿Como definiría su baile?

Yo me considero un bailaor de corte clásico pero creo, que sin perder la frescura del baile actual. Me consideraría un bailaor rítmico, me gusta mucho jugar con el compás y un artista, que por mi estatura (mido 1,85,) he tenido que adaptar el baile a nivel de vueltas y marcajes. Al ser tan alto he tenido que moldear mi estilo para que se viera bien en el escenario, en el teatro, o en el tablao. Mi baile es mucho soniquete y pasárselo bien.

¿Qué es lo más complicado de enseñar?

Yo creo que lo más complicado está a nivel rítmico, porque a ese nivel cuesta mucho trabajo cuando montas un paso con un poquito más de dificultad. El movimiento tienes que hacerlo constante y si lo trabajas te sale, porque es trabajar cuerpo, es trabajar brazos, la cabeza, pero a nivel rítmico entran factores como el oído, la sincronización del paso…, el ritmo hay gente a la que le cuesta mucho más trabajo que a otras.

¿Existe un baile gaditano?

Yo creo que no existe un baile gaditano, más bien sería, una personalidad gaditana. La persona de Cádiz baila con otro braceo, otra gracia, otra espontaneidad. Cada uno tiene un baile personal y a su forma, pero si es verdad que el bailaor de Cádiz tiene un graceo y una picaresca especial.

Fuiste nominado con la obra ‘Yerma’ al Premio Max de las Artes Escénicas 2003, ¿cómo se siente uno al recibir una noticia así?

Fue uno de los momentos más bonitos vividos en mi carrera porque estar nominado con mis compañeros Antonio Canales, Ángel Rojas o Rafael Amargo, te da mucha alegría que sean los propios compañeros los que voten ese premio y seas tú el que te lo lleves. En ese sentido, muy agradecido, contento y feliz. Un premio así lo que hace es darte impulso para seguir avanzando y trabajando y para ver que las cosas se están haciendo bien, y seguir en esa dinámica de trabajo de constancia con la sensación de que las cosas buenas van llegando..

¿Sigue siendo su sueño montar su propia compañía?

La verdad e que al principio en la Compañía de Cristina Hoyos me llamaba la atención porque era una meta el poder dirigir, pero lo cierto es que he dirigido, he hecho espectáculos propios, con compañía ‘formato mínimo’ como digo yo, y con un montaje un poco mayor ‘Espectáculo Cádiz’. Íbamos casi 25 artistas, hice la coreografía, pero no era mi Compañía, no era la Compañía El Junco’, y ahora mismo en la situación en la que estamos es muy complicado tener una Compañía. Se necesita una inversión muy grande, y ahora no es una prioridad pero en un futuro, si se presenta la ocasión de ser director de alguna compañía…, eso está ahí.

¿Es más fácil trabajar en esto cuando su compañera de vida también se dedica al baile?

Mi mujer, Susana Casas, es una bailaora de la escuela sevillana increíble que mantiene la esencia de ese baile sevillano, pero también la frescura actual y si, ella me aporta mucho. Ella aporta muchas ideas porque tiene un punto de vista muy fresco, ve cosas que a mi se me escapan, y siempre la primera opinión es la de ella. La verdad es que nos retroalimentamos.

¿Qué proyectos le esperan en el nuevo año?

Estamos con el espectáculo ‘Que pasaría si pasara’ que espero que en el 2019 tenga un buen recorrido por España junto a David Palomar, Ricardo Rivera y Roberto Jaén, que es mi hermano percusionista. Es un espectáculo que ya hemos hecho en Sevilla, Jaén, Cádiz, Madrid, Bilbao…, y la gente sale encantada porque tiene de todo: teatro, flamenco, ironía, picaresca…, es muy gaditano, ¡el público tiene que verlo! Y luego, seguir colaborando con otros artistas, en los tablaos, los cursillos, viajes a Japón, Italia…, en pensamiento también tengo algo en solitario… bueno, todo eso nos espera el próximo año, y ojalá que sigan saliendo más cosas.

Le deseo una buena estancia en mi tierra…

¡Muchísimas gracias!! Me gustaría destacar la gran labor que está haciendo Jesús Ortega junto a su equipo dándole difusión al flamenco, dándole ese empuje que alguien joven necesita desde Extremadura, que se atreve a hacer cosas nuevas, a traer nuevos artistas. Hay que estar apoyando a esta gran iniciativa, a este gran bailaor y amigo, y felicitarlo por su gran labor. Tengo muchas ganas de poder asistir a su Escuela. Estoy muy ilusionado por estar por tierras tan flamencas y tan bonitas.

Palop Flamenco