Unos ciento diez vecinos de Palomas emprenden el 4 de mayo un “viaje” a Tierra Santa. Bajo sus vestimentas de época, reviven en la parte alta de este pueblo pacense la leyenda que narra el hallazgo en Jerusalén que hizo Santa Elena, madre de Constantino, de la cruz en la que fue crucificado Cristo.

Escrito por el novelista Jesús Sánchez Adalid con la forma de auto sacramental, El Paso de la Santa Cruz involucra al pueblo de Palomas durante varios meses. El pasado marzo comenzaron los ensayos, dirigidos por José A. Raynaud, que se prolongan durante el mes de abril. El 3 de mayo está previsto el ensayo general con la iluminación y sonorización completa del espectáculo.

Será la culminación de meses de preparación de una tradición que se pierde en el tiempo, pero que el Ayuntamiento de Palomas se propuso realzar en 2003 mediante una dramatización que escribió el dramaturgo extremeño Juan Copete, y que fue representada hasta 2017; un año después, el municipio encargó a Sánchez Adalid  otro texto, para iniciar una nueva etapa de las Fiestas de la Cruz.

Al frente del proyecto, José A. Raynaud da cohesión al largo centenar de personas involucradas en la actuación, en los bailes y la música de este montaje teatral que se desarrolla al aire libre en el entorno de la iglesia mudéjar de Nuestra Señora de Gracia, originaria del siglo XV.

La obra tiene un carácter itinerante, de manera que sus escenas van moviéndose alrededor del edificio eclesiástico, acompañados por el público que rodea el espacio. Así, va describiendo la Roma imperial al mando del emperador Constantino, que encarga a su madre Elena que encuentre y lleve a Roma la cruz en la que fue crucificado Jesús.

En otra escena, Elena pide la bendición al papa San Silvestre. De allí viajará a Jerusalén donde se produce el encuentro entre Elena y Macario, obispo de la ciudad. En su busca de la cruz visitará el Huerto de los Olivos, donde fue apresado Jesús, y dos casas en Jerusalén que encierran en su interior elementos de la Pasión de Cristo. Una escena de ambiente pagano, previa a la conquista de la Santa Cruz, destaca por el empleo de pólvora, fuegos artificiales, danzas y malabares. La escena final se escenificará, tal y como se ha realizado en los últimos años, en la puerta principal de la Iglesia.

Acompañando la representación, una música expresamente compuesta por David Álvarez es interpretada por una orquesta de unos dieciséis músicos.A ello se suman las intervenciones cantadas del coro compuesto por mujeres de la localidad que recordarán los fragmentos textuales conservados a lo largo de los años en Palomas, patrimonio cultural de incalculable valor.

Sánchez Adalid realizó una investigación histórica y cultural sobre los orígenes del Paso de la Cruz y halló un texto dramático de 1715 escrito en México por el sacerdote Manuel de los Santos, que escenificaba las vicisitudes de Santa Elena en busca de la Santa Cruz, y que correspondería al auto sacramental representado tradicionalmente en Palomas. Con los materiales fruto de su indagación, el novelista extremeño armó el texto que se representa en la localidad por segundo año consecutivo.

La Invención («descubrimiento») de la Santa Cruz conmemora el hallazgo que hizo Santa Elena, de la verdadera cruz de Jesús de Nazaret. La festividad alcanzó una gran relevancia en Europa y, a través de España, se extendió a gran parte de Hispanoamérica, y es celebrada por la iglesia católica el día 3 de mayo.

El Paso de la Santa Cruz se enmarca dentro de las fiestas populares dedicadas a la exaltación y triunfo de la Cruz. Fiestas que, más allá de su vinculación religiosa, están relacionadas con la primavera, la floración del campo y el resurgir de la tierra.

El Ayuntamiento de Palomas ha contado un año más con la colaboración de la Junta de Extremadura -a través de Presidencia, la Consejería de Cultura e Igualdad y la Dirección General de Turismo-, y la Diputación de Badajoz.