La recreación histórica que propone la fiesta de La Zaragutía Mora de Alconchel y aúna historia y leyenda en torno al Castillo de Miraflores es, según manifiesta Ricardo Cabezas, vicepresidente primero de la Diputación de Badajoz, apoyada por la institución provincial por el trabajo que desarrolla el Ayuntamiento, “contribuyendo así al enriquecimiento de la programación de los eventos festivos populares”. Por ello, Cabezas ha redundado en esta colaboración, máxime con gestiones como la del alcalde de Alconchel y su trabajo “para que nuestros pueblos no se vacíen, desarrollando proyectos que fijen población en el territorio”. Esta fiesta, ha añadido el vicepresidente y diputado provincial, no deja de ser un elemento de dinamización económica para el municipio.

El acto central de La Zaragutía Mora es la representación de la llegada de las tropas bereberes hasta las inmediaciones del castillo de Miraflores para asediarlo, así como los acontecimientos históricos posteriores que se forjaron entre los siglos XII y XV, entre los que se encuentran las batallas entre almohades y cristianos o la actuación de órdenes militares. En medio de esa historia surge la Zaragutía Mora que da nombre a la celebración, una figura fantasmagórica que vaga por el castillo, un espantajo que el regidor de Alconchel, Óscar Díaz, compara con el hombre del saco. Este año, además, la compañía Samarkanda llevará su pasacalles a Reguengos de Monsaraz dando un carácter transfronterizo a la fiesta.

Para la secretaria general de Cultura de la Junta, Miriam García Cabezas, este evento festivo une cultura y turismo, siendo un claro ejemplo del aprovechamiento del patrimonio monumental, cultural y artístico que mira a Alqueva. Se trata, según sus palabras, “de un reclamo turístico de calidad, de sensaciones, experiencial, en el que el visitante se involucra en su desarrollo”. A su vez, indica, presenta una puesta en valor de los oficios artesanos para promocionarlos y darlos a conocer.

La fiesta, que se celebra el 13 y 14 de agosto, se divide en cinco momentos o recreaciones. El primero, a cargo de la compañía Samarkanda Teatro, lo protagoniza el fuego, la luz, la música, el teatro gestual y los efectos especiales en el Cerro de la Esperanza con inicio a las 22:45 horas. El segundo cuenta, a través del cronista musulmán Ibn Sahib al-Salat, la historia de Alconchel desde la constitución de la taifa de Badajoz hasta las algaradas medievales allá por 1174 en la explanada del Castillo. El tercer momento las tropas vencedoras llevan sus esclavos presos tras largas noches de guerra y asedios, una recreación a cargo de la compañía Ante Bellum. La cuarta escenificación recrea el reparto del botín escondido en el Castillo y donde comienza un cuento que acabará en una historia de amor, guerra y sangre entre la cristiana esclava (La Zaragutía) y un musulmán. Y el último momento se centra en la recreación teatral exclusiva de la leyenda a cargo de Samarkanda.

Óscar Díaz defiende que con esta fiesta se pretende difundir el patrimonio de Alconchel, sobre todo el Castillo de Miraflores, donde se desarrolla la mayoría del programa de actividades. Destaca el alcalde el centenar de vecinos que voluntariamente se convierten en recreadores entre el público.

Como actos paralelos se han organizado talleres didácticos infantiles y para adultos, como los de esgrima, escudos o tiro con arco, exhibiciones, exposiciones de armamento, indumentaria y ajuar, conferencias, entrenamiento con armas, vestimenta de caballeros, formaciones de batalla, duelos y aula didáctica sobre instrumentos musicales, entre otros.