Los compañeros de www.nuestrosviajesporelmundo.com Isabel, natural de Plasencia (Cáceres) y Pepe, de Manzanares (Ciudad Real) han contactado con www.infoprovincia.net para contarnos las grandes aventuras que están viviendo. Con esta entrevista ponemos fin a FITUR un año más. Abróchense los cinturones y cojan los bastones de senderismo porque nos vamos de trekking conociendo nuevos territorios y nuevas culturas.
Todo empezó el 6 de abril de 2019 con un billete de ida a San Petersburgo que no saben cuándo terminará, pero muy probablemente durante los primeros meses de 2021. Esa es una de las cosas que más les gustan del proyecto que han emprendido, que no tiene fecha final y que han modificado a lo largo de estos meses. La idea inicial fue viajar 5 meses, pasar 3 en Australia y viajar otros 4, pero ha resultado en viajar 5 meses, parar 7 en Australia, viajar otros 2, y tras una parada en España volverán a viajar de nuevo durante otros meses.
– ¿Cuál es el objetivo?
No empezamos este viaje con ningún objetivo en mente, simplemente disfrutar de una de las pasiones de nuestras vidas: viajar. Teníamos claro que no queríamos dejar sin cumplir nuestro sueño de viajar por el mundo y, casi un año después, seguimos en ello.
– ¿Cómo surgió la iniciativa?
Nos gustaban mucho nuestros trabajos, pero poco a poco nos fuimos dando cuenta de que, si no hacíamos algo, eso sería lo que nos iba a esperar el resto de nuestras vidas (con suerte): un trabajo de 9 a 18 con una hora para comer.
Así, poco a poco, se fue fraguando la idea. Al principio lo comentábamos de broma, pero un día dijimos: ¿Y si nos vamos de verdad? ¿Cuánto dinero necesitaríamos? Nos pusimos a echar cuentas, establecimos una cantidad de ahorro mensual innegociable, vendimos algunas pertenencias que no tenía sentido conservar, y el día 6 de abril de 2019 cogimos el primer avión rumbo San Petersburgo con una mochila de 10 kilos para un año.
– ¿Desde cuándo venís viajando por el mundo y por qué lugares habéis viajado?
Exactamente desde el 6 de abril de 2019. Empezamos en San Petersburgo (Rusia) y desde ahí arrancamos hacia el este del país, pasando por Moscú y luego haciendo el Transiberiano hasta el Lago Baikal, una de las cosas que más nos ha impactado este viaje porque estaba completamente congelado. De Rusia fuimos a Mongolia, donde recorrimos el desierto del Gobi. Detrás de Mongolia vino China, luego Japón (nuestro país favorito), Vietnam, Camboya, Malasia, Singapur, Filipinas y ahora Australia, donde estamos viviendo unos meses para trabajar y recuperar dinero rápidamente.
Nuestro plan, a día de hoy, es viajar más por Australia, luego Nueva Zelanda, Estados Unidos y de ahí volveremos unos meses a España porque nos casamos en septiembre. Después de la boda, haremos lo que nos pida el cuerpo, pero muy posiblemente viajar a Sudamérica.
– ¿Qué habéis aprendido durante este recorrido?
Hemos aprendido muchísimas cosas. Precisamente hace unas semanas sacamos en nuestro blog (www.nuestrosviajesporelmundo.com) una entrada en la que hablábamos de qué habíamos aprendido viajando estos meses. Para resumirla rápidamente, sobre todo lo que hemos aprendido es que necesitamos mucho menos de lo que creemos para vivir, y lo podemos asegurar porque hemos viajado 5 meses con una mochila de 10 kilos. También que hay que entender que cada cultura es muy diferente. Lo decimos porque hemos notado mucha diferencia en casi todos los países, por poner un ejemplo, en la forma en que sus habitantes se dirigían a nosotros, y cómo reaccionaban cuando nosotros nos dirigíamos a ellos. Desde la correctísima amabilidad de los japoneses hasta la barrera inicial de un ruso, hay todo un abanico de situaciones que es difícil explicar con palabras.
– ¿Con qué tipo de gente os habéis encontrado?
Con todo tipo de personas que te puedas imaginar. Desde viajeros que llevan varios años dando vueltas por el planeta, hasta españoles que simplemente estaban disfrutando de sus vacaciones o haciendo un voluntariado. Eso por la parte viajera, por la parte de locales dentro de cada país, siempre contamos la anécdota de lo que nos impactó la vida nómada de los mongoles en pleno siglo XXI.
– ¿Preferís el campo o la ciudad?
Pues un poco de cada uno para tener un equilibrio. Dentro de un mismo país, como puede ser Japón, hemos estado en una de las metrópolis más grandes y pobladas como Tokio, y también en áreas rurales menos pobladas como las zonas cercanas al Kumano Kodo, el Camino de Santiago japonés. Lo mismo en Vietnam combinando Ha Noi con el Loop de Ha Giang o China, con Shanghai y la zona rural de Sichuan. Pensamos que lo ideal es ver un poco de todo, porque el tipo de persona que puedes encontrarte varía mucho del campo a la ciudad, como también puede pasar en España.
– ¿Alguna experiencia que recordéis especialmente?
Recordamos con especial cariño Mongolia. Primero porque es un país desconocido en el que tienen un modo de vida completamente distinto. Los nómadas viven en Ghers, y pudimos comprobar su estilo de vida de primera mano ya que nosotros también pasamos una semana durmiendo allí con ellos. Por ejemplo, al no tener smartphones, por las noches jugábamos con ellos con unos simples huesos de cabra y la verdad es que nos lo pasamos genial. Fue increíble para nosotros descubrir que este tipo de vida aún existe, y lo felices que son así.
– ¿Cómo habéis compaginado la aventura con vuestra vida familiar y laboral?
Simplemente no ha habido ningún tipo de compaginación. Los dos dejamos nuestros trabajos en Madrid, donde insistimos que estábamos genial, y por supuesto también dejamos atrás a nuestras familias. Desde entonces, estuvimos 5 meses sin trabajar y ahora llevamos 4 trabajando en Australia para poder volver a viajar unos cuantos meses más. La combinación, si la hay, es trabajar unos meses para viajar otros, mientras que mantenemos el contacto diario con nuestras familias gracias a la tecnología.
– ¿Qué habéis aprendido, qué os gustaría mostrar a la ciudadanía?
Hemos aprendido por encima de todo a respetar nuestras diferencias con los demás. A que simplemente porque alguien sea diferente a ti no significa que sea mejor ni peor, simplemente distinto. Y eso puede ser por cultura, por bagaje emocional, o simplemente por haber vivido en unas circunstancias personales que le hacen ver la vida de otra forma a como lo vemos nosotros. Y lo mismo pensará esa persona de nosotros. Otro aprendizaje que hemos sacado es el integrar al extranjero en la sociedad o en un grupo de amigos o de trabajo, porque hemos comprobado de primera mano que es muy duro cuando llegas a un país nuevo tan distinto al tuyo, con los bolsillos prácticamente vacíos, y no tienes con quién hablar o cómo integrarte con los demás.
– ¿Qué proyectos de futuro tenéis relacionados con esta aventura?
De momento estamos muy contentos con nuestro blog y la cuenta de Instagram (@_viajesmundo_), gracias a los cuales hemos conocido a muchos viajeros increíbles por el camino, algunos de los cuales ya podemos considerarles amigos. Gracias a estas dos herramientas tan potentes hemos podido visitar muchos sitios que desconocíamos que existían y también ayudar a viajeros recomendándoles otros. No tenemos ningún otro proyecto a la vista más que disfrutar de dónde estamos hoy, porque mañana no sabremos dónde estaremos.
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Fotos cedidas por Isabel y Pepe:
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