Congreso “Patrimonio después de una guerra” del 20 al 22 de marzo


En el año 2019 se cumplieron 80 años del final de la Guerra Civil Española. Suelen utilizarse las cifras redondas para conmemorar algún acontecimiento del pasado. En este caso nos sirven para abordar la pregunta: ¿qué hacer con la Guerra Civil?. Una sociedad democrática tiene el deber moral de gestionar su pasado,  resolver las demandas humanitarias de sus ciudadanos y  garantizar la igualdad de derechos, por ejemplo en el acceso a la educación y al conocimiento.

El Congreso “Patrimonio después de una guerra” del 20 al 22 de marzo pretende continuar con las líneas argumentales trazadas en las Jornadas sobre el “Frente Extremeño” celebradas entre las localidades de Higuera de La Serena y Campillo de Llerena en noviembre de 2017. Así se establecen cuatro mesas o espacios de reflexión y debate en torno a cuestiones como la lucha desigual entre la memoria democrática o la memoria franquista, donde se pondrá énfasis en relatar qué ha sucedido con la memoria de la Guerra Civil y el Franquismo desde la muerte del dictador hasta nuestros días.

Un espacio donde se hablará de cómo determinados grupos sociales vinculadas a las Víctimas del Franquismo luchan por principios básicos como: “Justicia, Verdad y Reparación” y las distintas respuestas que los gobiernos democráticos han venido ofreciendo.

La segunda mesa, se centrará en los aspectos patrimoniales y arqueológicos de los restos materiales del conflicto. En qué situación se encuentra la protección del patrimonio bélico, sus amenazas, y posibles propuestas que se estén llevando a cabo para su estudio y valorización patrimonial.

La tercera mesa resulta fundamental para el presente Congreso. De hecho se pretende iniciar una reflexión, que esperemos pueda concretarse en una serie de máximos, a tener en cuenta para la museografía de los espacios bélicos y de su materialidad, tangible e intangible. De la mano de crear espacios museográficos está la didáctica, donde esperamos contar con ejemplos concretos que muestren las principales líneas sobre las que se está trabajando desde distintos ámbitos: instituciones, asociaciones, enseñanzas medias y universidad.

Finalmente, y teniendo en cuenta el trabajo desarrollado en los anteriores ámbitos es necesario reflexionar sobre las posibilidades que el Patrimonio bélico tiene para nuestros territorios rurales. Es necesario subrayar la viabilidad económica, ya demostrada en algunos lugares de España y ya consagrados en otros lugares de Europa, que el Patrimonio cultural supone para poner en valor turístico los vestigios de la Guerra Civil.

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