El Consejo Europeo ha presentado este viernes su propuesta de Presupuestos para la Unión Europea entre 2021 y 2027. Y el documento trae malas noticias para España. El organismo que preside el belga Charles Michel propone un tijeretazo del 19,7% para los fondos de la Política Agraria Común (PAC), muy lejos de las aspiraciones del gobierno español para el que la PAC, que sostiene a cientos de miles de agricultores en todo el país, es una prioridad absoluta.

La propuesta del Consejo reduce en 81.000 millones el presupuesto para las políticas agrarias desde los 410.300 millones del período 2014-2020. Se trata de una reducción del 19,7%, que se quedaría en el 13,9% si se excluye de los presupuestos del período anterior al Reino Unido, una vez consumado el Brexit. Aun así, la negociación que se abrirá en los próximos días se avecina negra para España. En las últimas semanas, la creencia más extendida era que el Ejecutivo de Pedro Sánchez batallaría por evitar cualquier recorte a esta partida. La cifra más manejada para el posible tijeretazo se movía alrededor del 10%. «Nuestro objetivo es que no haya reducción», dijo recientemente el ministro del ramo, Luis Planas.

El detalle de la propuesta estima en un 16,7% el tijeretazo a la partida de gastos directos de la PAC (pilar 1), capital en el peso del presupuesto de la Unión Europea. Se trata de la segunda partida más grande, sólo por detrás de los fondos de cohesión. Excluyendo al Reino Unido de la ecuación, ese recorte directo se quedaría en el 10,15%.

El pilar 1 de la Política Agraria Común capitaliza la mayor parte de los fondos de la PAC y constituye el dinero destinado a las subvenciones directas y condicionales a los propietarios de explotaciones agrícolas. El segundo pilar de estas políticas es el destinado al Desarrollo Rural, con gastos destinados a formación, gestión e inversiones. Esta partida recibe un golpe aún mayor y pasa de 102.000 a 72.500 millones. Un recorte del 28,9%.

La propuesta del Consejo Europeo suaviza de forma mínima el tijeretazo aún mayor que defiende la presidencia rotatoria que ostenta Finlandia y que generó reacciones airadas de los países del sur de Europa. En este sentido, es Francia con Emmanuel Macron a la cabeza quien pelea por salvar los muebles de la PAC en un contexto de austeridad autoimpuesta.

La negociación en Europa de una PAC fuerte está también en el corazón de las protestas que en las últimas semanas protagonizan en España los agricultores, que este viernes han llevado a cabo importantes tractoradas en Valencia, Lérida y la provincia de Córdoba.

Esta misma semana, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, había trasladado a representantes de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, con quienes se ha reunido este miércoles en la sede del Ministerio, la necesidad de que la PAC 2021-2027 cuente con el mismo presupuesto que el periodo anterior.

Durante la reunión, Planas también ha resaltado el «importante papel» que jugará el Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la futura PAC, que el Ministerio está elaborando con las comunidades autónomas y las organizaciones profesionales, para dotar de estabilidad la renta de los agricultores.

En España, más de 800.000 personas reciben anualmente fondos procedentes de la PAC, aunque poco más de 200.000 son agricultores profesionales. Este desequilibrio parte de la normativa española que considera beneficiario de la PAC a cualquier persona o entidad que demuestre que por lo menos el 20% de sus ingresos agrarios totales son distintos de los pagos directos de la PAC.