Diego Cuéllar Jaramillo es hijo de dos fontaneses afincados hace muchos años en Madrid. Su vida profesional, vinculada al mundo empresarial y ejecutivo, se desarrolla con éxito por multinacionales de cualquier lugar del planeta. Hasta que un diagnóstico genético, que afecta a sus dos hijos, el llamado Síndrome X – frágil, le hace enfrentarse a él , ya su familia, a algo inesperado que, con tiempo, amor incondicional y determinación , se ha convertido en un extraordinario proceso de transformación vital.

Ese aprendizaje es el que relata en el libro Bajo el Mismo Cielo/ El Camino da Sentido a la Vida (Ed. kolima). Un relato lleno de verdad y emoción (como destaca en el prólogo el Académico de la Lengua Luis Mateo Díez) , escrito desde la honestidad, con un lenguaje preciso y necesario, sin artificios, y con una evidente vocación de que su lectura sea útil a los demás.

Del mismo habló, el pasado viernes 29 de Mayo, en el pg. de Canal Extremadura Tv A Esta Hora, pero antes, por la mañana, pasó por los micrófonos de Radio La Fuente.

C: Este libro es como un buen viaje, de los que marcan un antes y un después por lo que tiene de aprendizaje, y porque conmociona … Aunque su grandeza reside en el hecho de no quedaros en esa conmoción, en los negativo, en ese shock del principio….  

D:  Claro que hubo conmoción al principio, y sentimientos encontrados, y duelo. Estos procesos además son largos. Fíjate que yo publiqué el libro en el 2016, pero el proceso comenzó en el 2001. Te planteas tantas cosas… Sobre todo, cómo va afectar al desarrollo de la vida de tus hijos, ese “ qué va a ser de ellos “…

C: ¿ Te cambió tu forma de ver y vivir una profesión que siempre ha sido en ti vocacional?. De hecho, buena parte de este libro, dividido entre el relato directo de los acontecimientos y un diario más personal e intimista, la escribes en los aviones que continuamente tienes que coger para desempeñar tu profesión…

D: No creas que es tanto así.  Es cierto que a mí me encanta mi trabajo,  que allá donde voy intento dar el 100% , y además disfruto con ello.  Pero siempre tuve muy claro que no hay que atarse a una empresa, por aquello de que si la vida, como a mí me ha pasado, un día te pone delante la necesidad de escoger entre tu trabajo y tu familia. Yo, claramente, antepongo a mi familia , no sólo porque me ha tocado vivir lo que estoy viviendo con mis hijos, sino porque siempre se puede trabajar en muchos otros sitios. Es cuestión de mentalidad. El trabajo es trabajo: Punto. Un caparazón, si quieres, bajo el que se encuentra protegido nuestro verdadero yo, las cosas que realmente importan en la vida. Y la familia es lo primero.

C: Lo que se refleja claramente es que tu mujer, Ana, y tú, es la determinación para que vuestros hijo se desarrollen como personas dentro de una sociedad poco inclusiva, que adquieran el mayor grado posible de autonomía e independencia. Y para ello, fijáis tres pilares, ¿no?

D: Efectivamente, así es. Uno de esos pilares es el deporte porque, entre otras cosas, este síndrome produce hipotonía muscular ( disminución de la masa muscular), sobre todo en los varones. Y yo, que siempre he sido muy deportista, me esforcé aun más, junto con mi mujer, en que todos practicáramos distintos deportes. Y ahí tienes a mi hijo Álvaro – comenta con orgullo – , un tiarrón de metro ochenta y cinco en el que claro que hay cierto grado de hipotonía, pero muy inferior al que tendría si no lo hubiéramos hecho deportista.  El deporte equilibra cuerpo y mente.

Y el otro gran pilar es la educación junto con la familia, indisolublemente unidos. Sabíamos que el sistema educativo estándar no ofrecía a nuestros hijos los recursos necesarios para que se desarrollaran como personas. Y tras un proceso de indagación, descubrimos las Escuelas Waldorf, que además nos acogieron y respondían a nuestras necesidades muy bien.  Se trata de una  pedagogía muy enfocada en los valores humanos , en crear personas, algo más importante que el poseer determinados conocimientos, o las ganas de querer ser el mejor de la clase.

C: Y al final, los hijos son el gran hallazgo de nuestras vidas, el espejo donde  mirarnos tantas veces…

D: Mis hijos son mi vida, me considero un privilegiado de tenerles a nuestro lado, tal y como son.  Yo veo en Álvaro y Eva cosas que no veo en mucha gente, valores como el amor sin reservas, la capacidad de entrega o una capacidad de perdón que no es habitual que encuentres en este mundo tan deshumanizado que tenemos.  Yo tengo días muy complicados, y ellos son mi refugio, realmente me tengo que proteger en ellos. Ellos representan valores como la honestidad, la disciplina y esfuerzo, las ganas de hacer bien las cosas. Valores que buena falta hacen en los tiempos que corren.

C: Me contó tu padre que tienes ya editado un segundo libro. ¿ Es una continuidad de Bajo el Mismo Cielo?

D: Este nuevo libro, CHAMP / Habilidades Personales para Competir , también en la Era Digital (Ed. Kolima)  tiene más relación con mi faceta profesional. Trata de habilidades muy necesarias en el mundo empresarial como el saber comunicar bien, habilidades de liderazgo o saber trabajar en equipo.  La comunicación me interesa muchísimo, me parece una de las cosas más difíciles, sobre todo cuando tienes que hacerlo en entornos muy complicados.  Y para que sea efectiva, tiene que haber honestidad, coherencia entre los que dices y lo que haces, y hay que humanizarla más, ser más cercanos por muy alto ejecutivo o jefazo que uno sea.

Y también nace con vocación de servicio a los demás porque no es un libro técnico, sino que lo he escrito como un relato fácil de leer, y cuyas enseñanzas pueden aplicarse a cualquier ámbito de nuestras vidas, también en lo personal.

C: Eres un profesional brillante , un padre luchador e inquieto, escribes con solvencia y un claro afán de ayudar a quién te lee, como deportista tu nivel no es precisamente amateur … ¡ Cuántos Diegos en un solo Diego!

D: (Se ríe). De un tiempo a esta parte también pinto. Estoy emparentado con José Gordillo, del que hay un magnífico museo en Fuente del Maestre, y creo que esta veta me viene por ahí . Algunos me han dicho que soy como un hombre renacentistas, a mí me causa esto a veces inquietud porque la curiosidad es uno de los motores de mi vida: Algo que te hace ser una persona permanentemente insatisfecha; pero, por otro lado, es genial y estimulante esto de estar buscando o explorando cosas nuevas siempre …

C: Diego, yo creo – y la frase no es mía, sino del artista Pepe Viyuela –  que tú eres Un Hombre en Movimiento. Punto (a mí me alivió cuando me la dijo Pepe).

D: Qué bueno, me sirve. Creo que me la anoto (se ríe). Gracias.