UPA-UCE Extremadura ha presentado a la Junta de Extremadura un documento con más de 80 de propuestas en materia de agricultura y ganadería para la reactivación económica de Extremadura con motivo de la crisis sanitaria.

La agricultura familiar ha sufrido graves consecuencias por la pandemia del coronavirus, aparcando unas movilizaciones históricas de agricultores y ganaderos por toda España para prestar a la sociedad un servicio a la altura del reto impuesto por la Declaración del Estado de Alarma.

“Lejos de parar hemos seguido produciendo con más intensidad si cabe con la responsabilidad final de aportar lo que la sociedad espera de nosotros: alimentos para consumo directo y materias primas para la industria de transformación”, mantiene el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas.

Desde UPA-UCE señalan que Extremadura necesita “una agricultura familiar fuerte y rentable” para garantizar el abastecimiento de alimentos incluso en situaciones inéditas como la del coronavirus.

Para esta organización agraria, este modelo necesita ser rentable, recibir precios justos y contar con una relación equilibrada entre los costes de producción y valor de los productos, cumpliendo así con la Ley de la Cadena. Todas las administraciones españolas, sin excepción, deben tener una postura de apoyo a la agricultura familiar en la definición y recursos de la PAC.

En el documento de propuestas, esta organización agraria ha destacado sectores y zonas extremeñas, como el Valle del Jerte, donde las explotaciones familiares están en grave peligro de desaparición por las dificultades intrínsecas que tienen a la hora de producir. Por ello, UPA-UCE considera necesario establecer una medida de apoyo a través del contrato territorial de explotación que permita la continuidad de estas explotaciones y garanticen el futuro del territorio.

Por ello, es necesario priorizar la agricultura familiar dentro de la Cadena Alimentaria y que tanto el Gobierno como las comunidades autónomas aseguren el cumplimiento de la misma.

Por otro lado, la crisis generada por el COVID-19 ha afectado de manera muy negativa a muchos sectores del sector agrario y en especial a los sectores ganaderos que, con el cierre del canal Horeca y la especulación, han tenido que afrontar pérdidas muy graves. “Demandamos una ayuda a la renta para la ganadería a través de los PDR. Además, consideramos que se debe hacer un seguimiento del resto de sectores por si fuera necesario incluir a otros que también se vean afectados”, señalan desde UPA-UCE Extremadura.

Por último, en relación con la sanidad animal, el modelo extensivo de nuestra ganadería presenta muchas dificultades para la lucha por la erradicación de determinadas enfermedades como la tuberculosis, donde avanzamos de una manera progresiva pero lenta que está generando graves pérdidas a muchas explotaciones. Por ello, reivindican la flexibilización de actuaciones, medidas para garantizar la realización de las pruebas y un mayor apoyo económico para los afectados.