La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha señalado este miércoles con motivo de su participación en el Seminario organizado por la Asociación Española de Evaluación de Impacto Ambiental, que Extremadura está sabiendo “compatibilizar el desarrollo energético de la región con el respeto estricto al medio ambiente y la normativa que lo regula”.

Olga García ha asegurado en su intervención que aquellos proyectos que no superan la evaluación ambiental requerida, son denegados. “Es la única fórmula posible si queremos ser garantes de la seguridad jurídica de todos los proyectos que se presentan, tanto para sus promotores como para las personas interesadas y la sociedad en general”.

Asimismo, ha destacado que la región tiene un margen medioambiental y territorial suficiente para el despliegue de las energías renovables fuera de terrenos productivos. Actualmente, las plantas instaladas ocupan solo el 0,08 por ciento de la superficie regional y con el despliegue previsto en el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC), en 2030 este porcentaje no llegaría al 1 por ciento.

En dicho documento, que se encuentra en fase de consulta, incluye una planificación ‘seria y realista’ de la implantación de energías renovables en la región en la próxima década, de modo que en torno al 15-20 por ciento de los objetivos planteados en el Plan Nacional se localicen en Extremadura.

Eso supone que entre 2021 y 2030 se puedan instalar en Extremadura al menos 10.360 nuevos megavatios de potencia renovable, de los que 8.000 procederían de tecnología fotovoltaica.

La consejera ha asegurado que las previsiones de desarrollo de unos 1.000 megavatios/año se van cumpliendo. En estos momentos, la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad tiene sobre la mesa 194 proyectos fotovoltaicos con viabilidad para conectar a las redes y una potencia superior a 9.000 MW, de los que 129 proyectos se encuentran en tramitación con una potencia de 5.953 MW, y de ellos 9 están en fase de construcción con una potencia de 1.214 MW.

A pesar de que este despliegue de las renovables en Extremadura está condicionado por la capacidad de evacuación en las redes, la consejera confía en que la nueva Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2021-2026, permitirá dar una “salida holgada a todo el potencial renovable adicional que albergamos en nuestra región, principalmente de origen fotovoltaico, pero también eólico, termosolar, biomasa, o la hibridación de varias de estas tecnologías”.

En opinión de Olga García, el marco de transición energética y ecológica que debe colocar a Extremadura como referente de progreso y respeto medioambiental, se completará con la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de Extremadura 2021/2030 y con la futura Estrategia de Biodiversidad, en los que trabaja ya su departamento.