Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz, ha destacado en el transcurso de un desayuno que ha mantenido este jueves con los directores de los medios de comunicación de la región, que el Hospital Provincial será el escaparate de la provincia para promocionar los productos de la tierra y el Turismo.

Gallardo ha recordado que en estos meses de zozobra como consecuencia de la pandemia se produjo la renuncia de Larry Smith a la explotación del antiguo Hospital Provincial como mercado gastronómico. Sin embargo, será la propia Diputación la que se ponga al frente y lo abra en el segundo semestre del próximo año 2021.

Destaca que este contratiempo no supondrá obstáculo para que este edificio recientemente rehabilitado, se llene de contenido y de uso, como ha confirmado el presidente: “No descartamos en absoluto la inversión privada. Pero hasta que la situación se estabilice, y más en el sector de la hostelería y de la restauración, su uso hará de él un extraordinario espacio de oportunidades para la provincia”.

En concreto, ya se están barajando diversos usos, que podrían tener una fórmula mixta, tanto públicos como privados. Así, productores, empresarios, artesanos, creadores, el mundo de la cultura o el sector del turismo tendrían allí su espacio.

En definitiva, lo que ha querido transmitir el presidente provincial es que la Diputación de Badajoz resolvió un problema para la ciudad, con un edificio emblemático en el Casco Antiguo, “y ese problema se ha convertido en una oportunidad para la provincia”.

De esta forma, se presentará el Hospital Provincial como un punto de enlace de lo urbano, al situarse en centro de la ciudad de Badajoz, y lo rural, al estar abierto a cualquier territorio de la provincia.

Cabe recordar que fue a finales del pasado mes de junio cuando se recepcionaron las obras de rehabilitación de la planta baja de este emblemático edificio, en el que se ha acometido una inversión por parte de la Diputación de Badajoz de casi 3 millones de euros.

Las obras han estado  dirigidas por el arquitecto dombenitense, José María Sánchez, y concluyeron dejando al descubierto los mismos muros, bóvedas y patios que tuvo cuando se abrió hace tres siglos y medio.

Buena parte de los trabajos se han centrado en retirar tabiques y falsos techos, operación que ha descubierto un ambiente casi diáfano, abierto, con galerías como si fueran calles y patios como plazas, y todo encalado en blanco.

FOTOS: ROLAND HALBE