El pasado 30 de septiembre se producía la recepción de alumnos en este atípico curso 2020/2021 en el Conservatorio Superior de Música “Bonifacio Gil” de Badajoz y el 5 de octubre se comenzaban a impartir las primeras clases. Después de meses de incertidumbre, por fin pudieron reencontrarse docentes y alumnos sin una cámara de por medio. Comenzaba así un curso con muchos cambios y restricciones, pero con más avidez que nunca.

La nueva directiva, a cargo de Mª Rosario Mayoral como directora, Jerónimo Gordillo como jefe de estudios y Daniela Mónica Tudor en secretaría, se ha enfrentado a un duro comienzo marcado por la pandemia. Un trabajo arduo por parte de la mencionada directiva, en colaboración con el claustro de profesores y, por supuesto, con la Diputación de Badajoz, han hecho posible que el curso haya podido comenzar con seguridad.

Se ha elaborado un minucioso plan de contingencia que se irá ajustando mensualmente a las necesidades marcadas por la evolución de la crisis sanitaria. De manera que los grupos-burbuja en asignaturas teóricas, la ventilación de aulas, el uso de mascarillas, las mamparas de protección y el gel hidroalcohólico, la desinfección de los instrumentos, la señalética de itinerarios en el edificio para evitar contactos y aglomeraciones, o el novedoso sistema de reserva de cabinas de estudio mediante una aplicación web… entre otras muchas medidas, deberán convivir con el desarrollo de las clases para la seguridad de todos.

En el transcurso de estas primeras semanas, pese a la dificultad de concebir esta “nueva normalidad”, se ha conseguido gracias al ímpetu de alumnos y profesores por mantener la educación presencial, pues es clave imprescindible en el estudio interpretativo de la música, indican desde el centro.