El joven fontanés José Antonio Sánchez Guerrero cursó Arquitectura en la Universidad Hispalense de Sevilla e hizo un máster. Pero cuenta que lo que realmente le apasiona desde siempre es contemplar el cielo: “Desde que era pequeño, me encantaba mirar el cielo, y siempre soñé con tener un telescopio para mirar los anillos de Saturno, las constelaciones y los movimientos de los planetas… Algo costoso por entonces. Pero estudiando en Sevilla, pude adquirir uno, y entonces me dediqué a ir con mi telescopio por las calles y sitios públicos para mirar el cielo, y para invitar a hacerlo a cualquier persona que le apeteciera”.

Cuenta que, en los últimos años, ha hecho cursos de observación astronómica, y que lleva mucho tiempo aprendiendo de forma autodidacta. Ahora, se ha propuesto convertir este hobby en su profesión. Y en Madrid, junto a otro socio, ha montado una web (www.dreamstars.space ) desde la que ofrecer información sobre la materia, y vender cursos de observación astronómica.

“Me encantaría acercar este mundo tan fascinante a cualquier persona, esto no es algo sólo para gente sesuda o elitista: Mi objetivo realmente es acercar la observación profesional del cielo a cualquiera que tenga curiosidad o interés en ello”.

De hecho, y en plan youtuber (canal de youtube DreamStars) , ya ha comenzado a captar alumnos , con un curso que ha estructurado en 4 partes: “ Lo primero que vamos a conocer es saber dónde estamos dentro del universo , después comprenderemos los movimientos del cielo, hay una tercera parte dedicada al manejo de los instrumentos necesarios y la última, a fuego, que es aprender a realizar una observación profesional y detallada “.

De momento, están realizando observaciones públicas y gratuitas en las afueras de Madrid, y anuncia que realizará una en Fuente del Maestre para mediados de Noviembre.

“¿Que qué es lo que me atrae de este mundo, y por el que he dejado la arquitectura …?: Pues que me ayuda a vivir, a relativizar los problemas de la vida. Nos creemos el centro del universo, pero realmente no somos nada. Ni religiones, ni filosofías … Una motita en medio de un mundo infinito”.