El Parlamento Europeo ha concluido la votación de los reglamentos que conformarán la futura Política Agraria Común. Los eurodiputados han concretado su apuesta por una PAC más dirigida a los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, que busca poner fin a “injusticias e incongruencias” que arrastra esta política desde hace años.

Un primer análisis de lo aprobado hoy permite a la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos valorar como “muy positivas” algunas de las medidas, que incluyen, por ejemplo, un capping (techo de ayudas) más ambicioso, con reducciones progresivas desde los 60.000 euros y un tope máximo de 100.000 euros. “Lo que debe evitar que algunos terratenientes perciban ayudas millonarias”, señala UPA.

La propuesta de la Eurocámara ahonda en la definición de agricultor activo, y excluirá definitivamente a terrenos como campos de golf, aeropuertos y terrenos propiedad de inmobiliarias como perceptores de ayudas.

La organización ha valorado que la propuesta del Parlamento de la UE apuesta más claramente por el relevo generacional, con hasta un 4% de las ayudas –el doble que la propuesta del Consejo de Ministros- que se reservará para los jóvenes agricultores y ganaderos.

El Parlamento hace también un reconocimiento a la función del asesoramiento agrario, especialmente en lo referente a la lucha y la adaptación al cambio climático y la protección de la biodiversidad. Medidas para las que destinará ayudas específicas.

La nueva PAC –de prosperar todas las propuestas del Parlamento- creará un mecanismo de alerta temprana a través de un observatorio de productos agrícolas para actuar en situaciones de crisis de mercado. También se excluirán los primeros 2.000 euros de ayudas para la creación de la reserva de crisis, es decir, los pequeños aportarán menos para la creación de este fondo de emergencia. El Parlamento ha aprobado también la creación un mecanismo europeo de reclamación ante posibles quejas y problemas con las solicitudes de ayudas.

Las “hamburguesas” podrán seguir llamándose ‘veganas’

De forma coincidente con las votaciones de la PAC, la Eurocámara ha rechazado la propuesta que pretendía reservar las denominaciones tradicionales de productos cárnicos, como hamburguesa, salchicha o filete a productos elaborados con carne. Los productos elaborados a base de vegetales podrán seguir haciendo uso de dichas denominaciones, según la decisión vinculante del Parlamento Europeo.