María Telo Núñez ( Cáceres 8 de Octubre de 1.915 – Madrid, 5 de agosto del 2014) fue una jurista, considerada a nivel internacional, como una de las 100 mujeres más relevantes del S. XX por su defensa de los derechos de la mujer. Su mayor logro fue una histórica reforma del Código Civil en 1.975, por el que las españolas casadas adquirieron la plena mayoría de edad jurídica. Es decir: Pudieron al fin aceptar herencias, abrir su propia cuenta en el banco, trabajar fuera de casa y disponer de sus salario sin permiso del marido, ser también la cabeza de familia o administrar los bienes gananciales.

Sin embargo esta extremeña, que hizo de la lucha por la igualdad jurídica entre hombres y mujeres su razón de ser y estar en el mundo ( junto a otras mujeres como Clara Campoamor y Concepción Arenal), ni siquiera tiene una calle con su nombre en su ciudad natal, Cáceres. Una reivindicación que desde la ongd Confines vienen haciendo desde hace 4 años. Así lo ha expresado una de sus representantes, la periodista extremeña Raquel Perianes, que ha trazado una semblanza de la letrada cacereña en el Magazine Cultural de la emisora municipal de Fuente del Maestre (Badajoz).

“ Lo primero que tenemos que desentrañar es el porqué del olvido que, durante tanto tiempo, ha caído sobre su figura. Y la respuesta es bien clara: María Telo Núñez nunca se significó políticamente , lucho por dignificar la vida de la mujer en España sin hacerle la cama a ningún partido, y ésta es la única razón por la que se le ha hecho el vacío. Porque toda su vida fue una lucha, durísima, por dignificar la vida de las mujeres en nuestro país; a pesar de todos los palos en las ruedas que le pusieron, de todas las piedras que encontró en su pelea (que no cesó durante la dictadura franquista) , a pesar de la opresión que, por el hecho de ser mujer, recibió desde que empezó a estudiar Derecho con 16 años en la Universidad de Salamanca”.

La propia Telo Núñez lo relata así en su libro “Mi Lucha por la Igualdad Jurídica de la Mujer “ (Aranzadi: 2009): “Al conocer tan directamente la situación jurídica de la mujer dentro del Código Civil, me sentí tan humillada, tan injustamente tratada, tan vilipendiada, tan nada, que ninguna explicación ni histórica, ni jurídica, ni religiosa, ni humana podían convencerme de que yo exageraba”.

Como relata Raquel Perianes, “ en 1.944 gana una oposición al Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Ministerio de Agricultura, donde también tuvo que enfrentarse al vacío que le hacían sus propios compañeros, y el Franquismo truncó su deseo de presentarse a las oposiciones para ser notaria. La dictadura lo consideraba ilegal. Una de los “argumentos” que el viejo régimen esgrimía es el de “ si una mujer no es capaz de guardar un secreto, ¿ cómo va a poder ser notaria?”.

A pesar de todo, María abrió su propio despacho como abogada en 1.952: “Fíjate, era funcionaria por la mañana y abogada por las tardes, y por las noches si hacía falta. Y además era madre. Asique, esa lucha por la conciliación de la vida familiar y la laboral que sigue en nuestro días, ya la anticipó esta mujer en una época mucho más difícil”.

Asimismo, Telo Núñez fue capaz de fundar la Asociación Española de Mujeres Juristas en 1.971, “ ella ya estaba federada a nivel internacional “ , y siguió peleando hasta conseguir la entrada de mujeres letradas en esa comisión , donde ella participó en esa reforma histórica. Y en Democracia, impulsaría leyes como la la Ley de Filiación , Patria Potestad y Régimen Económico del Matrimonio. O la Ley del Matrimonio Civil, Separación, Nulidad y Divorcio.

Por último, en el 2019, por fin se abrió al público su archivo, un ingente legado bien custodiado en el Archivo Histórico Nacional. Un patrimonio documental (cartas, manuscritos, separatas, recortes de prensa, monografías, …) muy importante para conocer la situación y evolución de las mujeres españolas en el S. XX.

Perianes ha comentado que, “ a día de hoy, aún queda mucho hasta lograr una verdadera igualdad entre hombres y mujeres”.

De hecho, la propia Raquel Perianes, junto a las periodistas de la región Elisa Blázquez e Inmaculada Franco, redactaron y presentaron el pasado año un manual titulado “Palabra de Mujer”. Una guía para los medios de comunicación en la que se apuesta por un lenguaje más inclusivo, por un periodismo más igualitario y por un tratamiento ético de la imagen de las mujeres en los medios, o de las noticias relacionadas con la violencia machista.

“Sí, esta guía nació del Instituto de la Mujer de Extremadura, con cargos al Pacto Estatal contra la Violencia de Género, y se hizo en colaboración con las distintas asociaciones de prensa que hay en Extremadura. La edición on line puede consultarse en la federación nacional de estas asociaciones”.

Y resalta: “ Tenemos que seguir luchando por esa igualdad real como mujeres, y como periodistas. Es cierto que las mujeres copamos las redacciones en los medios, pero quienes mandan mayoritariamente en los mismos siguen siendo hombres. Y siguen siendo los hombres los que siguen contando la historia de la democracia, sin tener en cuenta la voz de las mujeres, periodistas, historiadoras, letradas … En cualquier ámbito, desde un plano local hasta internacional. Y mientras eso siga pasando, nunca tendremos un relato verdadero , sino manipulado y sesgado, de cómo y quiénes construyen la Historia.”