El 28 Festival de Cine Español de Cáceres pretende ser este año un incentivo para que los espectadores cacereños regresen a las salas de cine. En un contexto altamente complicado y lleno de incertidumbres para la organización de eventos culturales por la pandemia, la Fundación Rebross ha apostado por mantener la celebración de esta cita anual con el séptimo arte renovando así su decidido compromiso de difundir el cine español y de continuar los fines solidarios del festival que este año, más que nunca, adquieren un significado mayor.

“Creemos que este año, a pesar de las grandes dificultades, el Festival era más necesario que ninguna otra edición, tanto para contribuir a que los cines recuperaran el público perdido en estos meses, como para ayudar a promocionar las películas que apenas han podido exhibirse en las salas, para dar la oportunidad a los ciudadanos de contar con una propuesta de cultura y ocio segura y de calidad en estos momentos de pesadumbre y, por supuesto, para intentar paliar las necesidades que padecen muchas familias y que la pandemia no ha hecho más que agudizar”, explica el presidente de la Fundación, Paco Rebollo.

El 28 Festival de Cine Español de Cáceres ha adaptado su programación a las circunstancias sanitarias pero sin renunciar a su esencia basada en la promoción del cine español con un espíritu solidario. Así, el Festival programará del 12 al 22 de mayo ocho películas que corresponden a la mejor producción de cine español de 2020, también reducida por la crisis del coronavirus, lo que llevó a retrasar excepcionalmente el festival cacereño de su fecha habitual en el mes de marzo a este mes de mayo. También las sesiones, dieciséis en total, se han adaptado a los horarios del cine, por lo que se ofrecerán dos diarias, a las 17.30 y a las 20.00, de miércoles a sábados.