Comprar el calzado de seguridad adecuado es esencial para tu bienestar y para tu salud. Parece un detalle nimio, pero los zapatos protegen nuestros pies frente a toda clase de peligros en cualquier entorno. Aunque, por lo general, no suelen contar con características pensadas especialmente para la protección frente a agentes externos concretos.

Para eso, precisamente, están los zapatos de seguridad que mencionamos. Este tipo de calzado mira principalmente al sector profesional, a trabajadores de determinados frentes que suelen estar más expuestos a riesgos. Son zapatos con diseños similares a los habituales, pero con refuerzos, materiales y planteamientos destinados a reforzar al máximo la protección de los pies y, por ende, nuestra seguridad.

Cómo escoger un calzado de seguridad adecuado

Si estás valorando comprar algunos zapatos de seguridad, te recomendamos pasarte por este listado con zapatos de seguridad cómodos y ligeros, se llaman “de seguridad” porque deben proteger nuestros pies a la hora de desarrollar cualquier tipo de actividad. Como ya se ha mencionado, suelen ser parte del vestuario de trabajadores sometidos a grandes esfuerzos físicos y que suelen desarrollar su actividad laboral en entornos con ciertos riesgos.

Exposición a productos químicos, superficies resbaladizas, posibles caídas, impactos con objetos… Lo cierto es que los entornos de trabajo deben ofrecer una serie de medidas de seguridad que reduzcan los riesgos. Sin embargo, tener un calzado seguro es esencial para evitar accidentes. Y para que sea bueno, debe cumplir ciertos aspectos.

Características fundamentales

Hay ciertos aspectos básicos que todo calzado para trabajar debe cumplir obligatoriamente. Aunque existen muchas pautas generales, y más adelante se profundizará en otros factores, es importante recalcar que las punteras deben ser muy resistentes a los impactos ante caídas. De hecho, si son zapatos o botas de seguridad orientadas a la construcción, entonces la resistencia se debe potenciar con refuerzos de acero.

Es buena idea que tengan plantillas metálicas, ya que protegen la suela del pie frente a cualquier elemento del exterior, evitando cortes, pinchazos o impactos de todo tipo. Asimismo, la impermeabilidad es esencial tanto frente al agua como a productos químicos. Dato este último muy importante de cara al ámbito industrial.

El último punto a mencionar de estas características esenciales y principales es la suela. Es fundamental que sea antiadherente para evitar caídas y protegerse de las superficies resbaladizas.

Durabilidad

Un buen par de zapatos de seguridad debe durar, incluso aunque esté sometido a mucho esfuerzo y castigo durante la jornada. Por eso, los que ya tienen experiencia en este sentido saben que se debe apostar siempre por calzado con materiales resistentes como el cuero o sintéticos para la parte exterior del zapato.

Se aconseja que la suela sea de caucho o de goma, tanto por su duración como por su capacidad para aislar frente a agentes externos, incluso frente a la electricidad. Es muy importante que, a pesar de buscar todo esto pensando en una vida útil de muchos años, el zapato no deje de ofrecer un interior transpirable, fácil de limpiar y resistente.

Protección

Un zapato de seguridad sin sistema de protección no es seguro. Escoger en este aspecto depende sobre todo del tipo de actividad laboral que se lleve a cabo. Un trabajador del sector de la construcción no necesita el mismo calzado seguro que uno que trabaje en una fábrica, incluso dentro de estas pueden ser necesarios diferentes tipos de zapatos en función del sector al que se dediquen.

Suelas reforzadas para evitar perforaciones, agarre especial para los deslizamientos, punteras de refuerzo metálico para proteger dedos, recubrimiento contra agentes químicos y hasta sistemas de cierre ajustado son algunos de los aspectos que más se valoran en cuanto a protección.

Es esencial que el calzado tenga los refuerzos adecuados en base a la actividad profesional de quien lo vaya a usar. A fin de cuentas, su objetivo es reducir el riesgo laboral, sobre todo en trabajos donde suele ser alto.

Flexibilidad

A mayor cantidad de refuerzos en el calzado, más se renuncia a la flexibilidad del mismo, salvo que estos se distribuyan adecuadamente. Se tiende a pensar que un calzado de seguridad flexible es menos seguro porque carece de la amortiguación adecuada, pero lo cierto es que no tiene por qué ser así.

Los zapatos de seguridad deben ofrecer una buena distribución del peso por todo el calzado, reforzando principalmente las zonas más delicadas y expuestas. Tampoco se deben olvidar los cordones, que deben estar preparados para grandes esfuerzos y protegidos, sobre todo en la parte más alta de los mismos, para evitar que se deshagan.

El calzado de seguridad debe cumplir las normas de la legislación en materia de prevención de riesgos laborales, cubriendo, junto a todo lo explicado, todo lo que recoge este monográfico de ASEPEYO. En caso de ser así, sí, estás ante zapatos de seguridad que te van a proteger al máximo.