Por fin Badajoz se quita la espinita que tenía clavada por la suspensión de la pasada gira y en particular del concierto previsto en Alcazaba Festival 2020. No solo los asistentes sino, también el artista, que no pudo ocultar la energía que llevaba acumulada en estos meses. La misma que derrochó en cada tema según avanzaba el espectáculo. Con cada interpretación Manuel Carrasco hizo vibrar al público que, aunque sentados, se entregó en cuerpo y alma al cantante, respetando siempre las medidas establecidas para frenar la crisis sanitaria.

Como viene siendo habitual en esta mini gira, el concierto se iniciaba con ‘Prisión Esperanza’, rindiendo homenaje a los que ya no están, a los momentos tan duros de esta crisis sanitaria y a los que están luchando por salir de ella y frente a ella. Un tema cuyos derechos el cantante tiene cedidos a Banco de Alimentos. Un momento emotivo que se vio envuelto por el impresionante montaje de luces y pantallas que lleva el cantante andaluz en el escenario.

Manuel Carrasco arrasa, sea en el formato que sea y así lo demostró anoche en cada una de sus canciones. La potente voz del artista llegó a todos los puntos cardinales de la fortificación musulmana con una calidad exquisita y haciendo sentir al público todas las nota de su repertorio.

La noche tuvo muchos momentos mágicos, entre ellos la alusión del cantante a la Asociación Mi Princesa Rett, que lucha por la investigación y calidad de vida de personas afectadas por ese síndrome, cuyos responsables de Badajoz estaban presentes en el concierto y con quienes el onubense colabora activamente en el calendario solidario desde hace algunas temporadas.

La interpretación de ‘Ya no’ despertó uno de los momentos de euforia y aplausos de unos asistentes que alzaron sus manos para dibujar en el aire el vaivén de la música.

Con el público literalmente rendido a sus pies, sonaron sus grandes éxitos como ‘Entiendo’, ‘Sabrás’, ‘Yo quiero vivir’ o ‘Me dijeron de pequeño’. La pasión por el cantante detrás de las mascarillas era más que evidente, por lo que no faltó el furor y las palmas en ningún momento.

Como en cada concierto del onubense, el público se niega a la despedida y el artista no se hace de rogar. Tras la presentación de su banda, los vítores y aplausos del público, Carrasco volvió a coger el micro y coreado por el patio de butacas y con la fuerza abrumadora que le caracteriza, cantó carnaval e incluso una versión de ‘El Aire de la Calle’ de Los Delincuentes, arañando a la noche unos minutos más, que sirvieron de feliz despedida.

El de Isla Cristina repite cita hoy con el público pacense. En el mismo sitio, los Jardines de La Alcazaba. A la misma hora, 22.30 horas.