El secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, ha informado que ningún alumno o alumna que deba llevar mascarilla accederá sin ella a un centro educativo, salvo que no pueda llevarla por prescripción médica.

Es la decisión que ha tomado la Consejería de Educación y Empleo después de que la familia de dos alumnas del CEIP Alba Plata, de Cáceres, se haya negado a que sus hijas acudan al centro con mascarilla, tal como establece el protocolo de prevención contra la covid-19.

Por lo tanto, “si mañana estas dos alumnas del colegio cacereño acuden al centro sin llevar mascarilla, no podrán entrar”, ha dicho Amaya, quien ha añadido que esta medida “se hace extensible a todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos de Extremadura”.

La Junta de Extremadura ha tomado esta decisión “para proteger la salud de todos los miembros de la comunidad educativa del CEIP Alba Plata” y después de que la mediación con la familia no haya dado resultado, ya que ésta insiste en que sus hijas no llevarán mascarillas.

El secretario general de Educación ha reconocido que, en este caso, existe “una fricción entre dos derechos fundamentales: el derecho a la educación y el derecho a la salud” y ha destacado que “es la familia de estas alumnas la que está decidiendo por la salud de las niñas y, por tanto, también por el derecho a la educación”.

Francisco Javier Amaya ha afirmado que ha sido “una decisión difícil”, pero que “ha prevalecido el derecho a la salud que, en este caso, es también el derecho a la vida”.

Las alumnas recibirán atención educativa en su casa, “una atención educativa – explica Amaya – que nos permita mantener el seguimiento, ya que ningún alumno, independientemente de las decisiones familiares, puede quedarse descolgado totalmente del sistema educativo”.

En este sentido, el secretario general de Educación ha aclarado que el caso de estas alumnas es muy distinto al de alumnos que no pueden asistir a clase por estar enfermos o confinados por ser positivos o contactos estrechos de positivos.