Plácido Domingo triunfa en su noche de Stone&Music Festival ante un público del Teatro Romano rendido al artista y que se lo recompensó con un interminable y sonoro aplauso. El tenor abordó un repertorio con obras de referencia del mundo de la ópera y la zarzuela acompañado por la soprano Adela Zaharia, el tenor Xabier Anduaga y la Orquesta Filarmónica de España, dirigida por Josep Caballé Doménech.

El público protagonizó un momento mágico cuando el maestro salió a la escena recibiéndolo con una ovación que incluso llegó a emocionar al cantante, considerado el mejor tenor de todos los tiempos – según el criterio de la BBC. Tras este regalo, en forma de aplausos y vítores que recibió desde las gradas, interpretó el aria Nemico della patria? de Andrea Chenier. Aunque no fue el único detalle que se llevó Domingo al que, como es habitual, se le entregó la STONE M con la que cada año se distingue a los artistas que pasan por este festival. En esta ocasión fue Carlos Lobo, director del certamen, el responsable de hacer entrega de este obsequio al tenor.

En la gala sonaron otros arias de óperas con un repertorio muy variado y con escenas muy sugestivas como el dueto de La Traviata entre soprano y barítono y el de Les pêcheurs de perles, entre tenor y barítono, junto a arias célebres Je veux vivre de Romeo y Julieta, Ah! Mes amis… pour mon âme! De La fille du régiment o Mercé dilette amiche de I vespri siciliani.

Tras una hora de ópera, la segunda parte de la velada continuó con temas de las hermosas zarzuelas Maravilla, Doña Francisquita o La del soto del Parral. Por su parte, Caballé y la Orquesta Filarmónica de España interpretaron la Marcha Triunfal de Aida, la obertura de La forza del destino de Verdi, el preludio de El Bateo de Chueca y el intermedio de La boda de Luis Alonso de Giménez.

Al final del concierto Domingo acompañado por Anduaga interpretó En mi tierra extremeña de la popular zarzuela Luisa Fernanda, momento en el que el Teatro se vino abajo. Tras varios momentos de vítores y aplausos a los tres artistas durante los bises, el madrileño visiblemente emocionado recibía otra sonora ovación y con la que el público en pie agradeció el histórico espectáculo de Plácido Domingo en el Teatro Romano de Mérida 30 años después.