Los socios del proyecto Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular, del que la Diputación es beneficiario principal, han puesto en marcha una acción de street marketing que tendrá lugar en Santiago de Compostela del 7 al 10 de octubre, con el objetivo de promocionar y sensibilizar sobre los Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular.

Se trata de la instalación de una cabina de experiencias sensoriales, ubicada en el paseo central del parque de La Alameda, en la que los interesados podrán ver proyecciones, disfrutar de aromaterapia e interactuar con una pantalla táctil para realizar un cuestionario sobre los Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular. Los participantes podrán obtener como premio diferentes productos de merchandising.

Los Caminos de Santiago constituyen uno de los principales valores culturales y paisajísticos de la Unión Europea. Los itinerarios por donde transcurren son caminos históricos donde se funden las calzadas romanas con las vías pecuarias, convirtiéndose no solo en itinerarios culturales, sino en verdaderos corredores naturales.

Por ello, con este proyecto, ejemplo de colaboración transfronteriza, se pretende proteger, difundir y promover el patrimonio cultural, histórico y natural de los caminos, bajo criterios de sostenibilidad social, económica y medioambiental y en línea con la Estrategia de Desarrollo Sostenible que se impulsa desde la Diputación.

El proyecto Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular persigue con sus actuaciones la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de los territorios por los que discurren algunos de los caminos de Santiago con mayor tradición jacobea, como son la Vía de la Plata, el Camino Mozárabe o el Camino Central Portugués, pero que no cuentan con las mismas condiciones que otros del norte de España en materia de infraestructuras y servicios.

Caminos Jacobeos del Oeste Peninsular es un proyecto de cooperación transfronteriza Interreg España-Portugal, 2014-2020, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), con un presupuesto de 2,4 millones de euros, de los que la Diputación de Badajoz aporta 300.000 euros. Tiene una duración de tres años con inicio en 2019.