La consejera de Igualdad y portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, ha defendido este miércoles la aplicación de “la perspectiva feminista al legislador y al conjunto de los poderes públicos” porque “es muy importante que nuestra mirada tenga un diagnóstico acertado de la realidad”.

Ha realizado estas declaraciones en Cáceres durante la presentación del libro “Perspectiva jurídica de la igualdad de género en el entorno rural”, donde ha incidido en la necesidad de incluir la historia del feminismo en la formación superior para que sea “la masa madre con la que queremos construir una sociedad más justa e igualitaria”.

Gil Rosiña ha destacado la importancia de este estudio, coordinado por la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Extremadura, Silvia Soriano Moreno, porque “sienta las bases uniendo los factores del diagnóstico certero de que la igualdad está aún lejos de alcanzarse y el factor de ruralidad, muy importante en una región como Extremadura que es eminentemente rural”.

Ha afirmado que un “ejemplo de fracaso” en materia de igualdad es que “el legislador se olvida a veces del factor de ruralidad” y ha advertido que “aún queda mucho para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres”.

En este sentido, ha explicado que “la igualdad formal está recogida, como cuestión imprescindible, pero la igualdad real hay que seguir peleándola”, a pesar de que España esté a día de hoy “a la vanguardia” en avances legislativos de igualdad de género.

Como “un ejemplo de éxito” se ha referido a la medida incluida en la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Extremadura para 2016 (3/2016, de 7 de abril) a través de “una disposición muy importante” que establece que los organismos dependientes de la administración regional deben aplicar la paridad de género.

De esta manera, ha continuado, se daba cumplimiento a la Ley 8/2011, de 23 de marzo, de Igualdad entre Mujeres y Hombres y contra la Violencia de Género en Extremadura, consiguiendo una representación equilibrada de mujeres y hombres en estos órganos y entidades.

Uno de estos órganos es el Consejo Asesor Agrario de Extremadura que a partir de esa disposición permitió el acceso de la mujer al mismo y en el que “desde 2016 está la voz de las mujeres y la perspectiva de género, lo que ha permitido avanzar en la cotitularidad compartida de las explotaciones agrarias para que tengan reconocido los derechos constitucionales”, además de representar “una cuestión de justicia social basado en el Estado del Bienestar”.

Asimismo, ha remarcado que este es “un ejemplo de éxito de los grandes preceptos que recogen las normas”, aunque ha advertido que “las normas hay que mejorarlas con disposiciones para alcanzar esa igualdad real”.

Isabel Gil Rosiña también ha expuesto la necesidad de proteger a las mujeres víctimas de la violencia machista que viven en las zonas rurales de Extremadura, que a día de hoy tiene más de 1.600 casos activos de violencia de género, “la mayoría procedentes del ámbito rural”.