Guillermo Fernández Vara, secretario general del PSOE de Extremadura, ha señalado hoy “la fortaleza del PSOE es que aporta a Extremadura la estabilidad política que esta tierra necesita”. Estas declaraciones las ha hecho en un acto público celebrado esta noche en Olivenza en el que ha estado presente el secretario de Organización del PSOE, Santos Celdrán. También han intervenido el secretario general del PSOE en la provincia de Badajoz, Rafael Lemus, la ex vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, y el secretario general del PSOE local, Manuel González.

En su intervención, el líder de los socialistas extremeños ha recordado que “es el momento de nuestra tierra, de Extremadura, y lo es porque en Madrid hay un gobierno central que se preocupa por nosotros y en nuestra tierra hay un partido, el PSOE, que trabaja para aprovechar estas oportunidades”. Fernández Vara ha reconocido que aspira que en la región “dejemos el lamento y dependamos de nosotros” y en ese sentido ha señalado que un objetivo debe ser que la región deje de ser Objetivo Uno en Europa y darle la vuelta a las estadísticas, “no vamos a perder población en 2030, vamos a atraer gente porque vamos a necesitar mano de obra”, ha dicho.

El líder de los socialistas extremeños ha apuntado que solo los gobiernos progresistas del PSOE pueden revertir los recortes que el PP hizo en la última gran crisis y ha reconocido que de esta pandemia se está saliendo “sin que sufran los más vulnerables y eso se hace reforzando la educación y la sanidad pública”. Para Fernández Vara, “es nuestro momento, hace solo dos años no nos podíamos imaginar los proyectos que hoy se plantean asentarse en nuestra tierra, vamos a cambiar nuestra historia”.

Sobre la pandemia, el líder de los socialistas ha señalado que si Extremadura tiene las cifras más altas de vacunación es gracias al “gran sistema de salud pública que tenemos y nuestra obligación es no dejarlo caer, reforzarlo, cuidarlo e impulsarlo, no como sucede en otras regiones”. Por último, ha reclamado solidaridad en cuanto a la distribución de vacunas, “el virus no abandonará el mundo desarrollado mientras no abandone el mundo pobre, por ello, hay que vacunar en esos países, por solidaridad y por defensa de los derechos humanos”.