Ingredientes:

  • 1 pollo entero troceado
  • 1 cebolla
  • 40 g harina de trigo
  •  1 diente de ajo
  • Azafrán unas hebras
  • Vino de Jerez una copa
  • 500 ml caldo de pollo
  • 50 gr almendra molida
  • 50 gr almendra laminada
  • 1 huevo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto

Elaboración:

En primer lugar, comenzaremos con la salsa, cortamos la cebolla en juliana y pochamos en aceite de oliva virgen extra. El objetivo es una salsa blanca por lo que tendremos cuidado de no tostar la cebolla, lo que cambiaría el sabor y el color de nuestro guiso tradicional. Por eso, lo hacemos a fuego lento y vigilando hasta que la cebolla esté transparente.

Mientras tanto, salpimentamos el pollo troceado, pasamos por harina y freímos ligeramente sin dorar la piel, simplemente para sellarlo y conseguir que nuestro pollo esté más jugoso. En la cazuela de la cebolla, añadimos el ajo cortado en láminas y la almendra molida y removemos rápidamente. Incorporamos, a continuación, el vino de Jerez y dejamos que reduzca.

Metemos en la cacerola el pollo y añadimos el caldo, que debe cubrir prácticamente el pollo. Echamos las hebras de azafrán previamente tostadas y la hoja de laurel, dejando que se haga durante unos 35 minutos, a fuego medio.

Cuando vemos que el pollo está casi listo, añadimos la yema de huevo para que espese aún más la salsa y picamos la clara para adornar el plato al final. Completaremos la decoración unas láminas de almendra tostadas que espolvorearemos sobre el pollo ya en el plato.