El Flamenco en Extremadura engloba las aportaciones peculiares autóctonas y creaciones individuales de los artistas extremeños, que lo distinguen del resto de la geografía flamenca, además de todo aquello que tiene en común y con lo que participa del acervo común del flamenco español.

Extremadura, además, forma parte del origen del flamenco y ha sabido cuidar y conservar los estilos propios, como los jaleos y tangos, destaca el decreto. El embrión flamenco extremeño surge, fundamentalmente, en los asentamientos gitanos, siendo las ferias de Zafra, Mérida o Fregenal, entre otras, fuentes de intercambio cultural presente en fiestas, programaciones culturales y reuniones familiares. La región ha dado al flamenco creadores y dos estilos autóctonos, los tangos y los jaleos. Estas cuestiones justifican la consideración del “Flamenco en Extremadura” como Bien de Interés Cultural y que tuvo en la “Plaza Alta” de Badajoz y sus aledaños el foco y epicentro de su génesis y en la que surgieron las primeras y más importantes formas flamencas.

Igualmente, hay que reseñar que las dos cualidades más fundamentales del Flamenco son la universalidad y el mestizaje, además de que en esencia la esencia del Flamenco está compuesta por elementos definitorios, teóricos, visuales y sonoros, un conjunto de valores que ha determinado la riqueza, la magnitud y la extensión de las formas musicales del cante. Además, el flamenco cuenta con dos expresiones más que enriquecen al cante y que no son otras que el toque (es decir, la guitarra) y el baile.

Extremadura tiene en el flamenco una de sus señas de identidad. Cuenta con una fuerte tradición oral que se ha transmitido de generación en generación. En Extremadura, el flamenco es una expresión cultural viva que conforma una de sus señas de identidad y que se ha mantenido, entre otras razones, por la transmisión de la tradición oral, lo que, por otro lado, también ha permitido cuidar y conservar los estilos autóctonos, como los jaleos y los tangos.

Para la publicación de este Decreto, ya se incoó previamente expediente mediante resolución de 24 de noviembre de 2020, posteriormente publicada en DOE el 2 de diciembre de ese año. Además, se han solicitado informes a la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y al Departamento de Psicología y Antropología de la Universidad de Extremadura para confirmar la idoneidad del Flamenco como BIC.

Este proceso arrancó el 16 de noviembre de 2010, cuando la UNESCO hacía pública la declaración del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en un expediente en el que participó el entonces coordinador del Centro del Flamenco de Extremadura, Cayetano Ibarra Barroso, autor igualmente de la memoria que da base al expediente que recoge el DOE.