La XXIII edición de los Premios Espiga a los vinos de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, organizada por Caja Rural de Extremadura, ha alcanzado el mayor nivel de participación en más de una década, con un total de 108 muestras procedentes de 22 bodegas, que representan casi la totalidad de los productores acogidos a la denominación.

Hoy se ha celebrado en Almendralejo la cata final de los vinos participantes en el concurso, en la que se han valorado las 46 muestras seleccionadas el pasado día 31 por el comité de cata del consejo regulador de la D.O. Ribera del Guadiana. En concreto, se han catado diez vinos en cada una de las tres categorías de tinto (cosecha, roble de las añadas 2020 y 2021 y roble de añadas anteriores), once en la de blanco y cinco en la de rosado.

El acto se ha celebrado bajo la dirección técnica del jefe de sección de la Estación Enológica de Almendralejo, Emiliano Zamora de Alba, que ha afirmado que la alta participación es “un orgullo para nosotros como parte técnica y también para Caja Rural de Extremadura”. Asimismo, ha resaltado que los catadores han reflejado un nivel muy alto: “Las puntuaciones francamente son muy buenas y hay bastantes vinos con más de 90 puntos, que son merecedores de oro en los concursos internacionales”.

El panel de valoración ha estado formado por nueve catadores de reconocido prestigio nacional e internacional, entre los que se encuentran y el presidente de la Unión Española de Catadores y de la Federación Mundial de Grandes Concursos de Vinos y Espirituosos (Vinofed), Fernando Gurucharri, y el presidente del Concurso Ibérico de Vinos Premios Mezquita, Manuel López Alejandre.

Gurucharri ha destacado que se trata de “un concurso importante por lo que representa, que es resaltar la calidad de los vinos ribera del Guadiana”, y ha señalado que los resultados de la cata han supuesto “una reafirmación de que hay un nivel de vinos importante, vinos ricos, expresivos, sabrosos, para disfrutar”.

A su juicio, en los vinos de Ribera del Guadiana ha habido “una gran evolución en la adecuación a la personalidad y el carácter de este paisaje, de su tierra, de sus suelos y de sus variedades, tanto las naturales como las que se han asentado aquí, que están dando vinos bien pensados para un mercado exigente al que le gustan los vinos de calidad. Y aquí encontramos vinos de calidad y con personalidad, que es lo que más interesa”.

El jefe de zona de Caja Rural de Extremadura, Ignacio Sáenz de Santamaría, ha agradecido la participación de todos los catadores y ha asegurado que estos Premios Espiga del vino representan “una apuesta de la entidad por calidad y por los agricultores”.

Los ganadores del concurso se darán a conocer en las próximas semanas, en la tradicional gala de entrega de los Premios Espiga, que concederán galardones de oro, plata y bronce a los mejores vinos de cada categoría, así como un Gran Espiga al vino que haya obtenido mayor puntuación entre todas las categorías.